ENAMORADO DE MI PROFESOR 2 (Onkey)

Capítulo 1

Kibum aún descansa en su cama. Jinki se ha levantado ni bien amaneció, él está tomando una ducha rápida, a penas despertó simplemente dejó al chico dormir como ha estado haciendo hace un par de semanas.

—Key, tengo una entrevista de trabajo, te hablo más tarde.

—Okey... —Exhala pesado mientras ve a su novio vestirse.

Jinki coge sus cosas, deja un rápido y seco beso en la frente del estudiante y sale del departamento.

—También te amo... Jinki —pronuncia Kibum en su cuarto ya vacío. Un largo suspiro sale en vez de lágrimas, se cubre hasta la cara y hace una rabieta en su lugar sacudiendo manos y piernas cual niño malcriado.

Solo dos meses de noviazgo informal y cada vez todo está peor, Jinki se ha vuelto frío con él y sus acciones no corresponden a su dulce profesor del que se enamoró.

Cuando pasan la noche juntos ya no es lo mismo, antes era emocionante y muy hermoso que Jinki se quedara a dormir. Ahora Kibum se siente vacío, incluso podría decirse que hasta se siente sucio, como si fuera un desconocido de una sola noche. No hay dedicación ni entrega por parte del Lee.

De unas semanas para acá, la relación del profesor Lee con su estudiante ha sufrido variaciones.

Se ha ido perdiendo la magia y el romance, el mayor parece distante y algunas veces hasta desinteresado. Por ejemplo, cuando ven una película —como cualquier pareja— no le prestan atención, pero las circunstancias para ellos han cambiado. Antes, se sentaban en el sofá frente a la TV y terminaban en medio de besos y caricias tiernas; ahora, Jinki suele perderse en la nada, como si algo le molestara o le preocupara.

Ambos están juntos pero en realidad ya no se siente así. Y no se siente así desde que Jinki dejó de trabajar en la universidad de los muchachos. Claro que el cambio no había sido drástico, sino mas bien "lento y doloroso como una muerte por envenenamiento en pequeñas dosis" como piensa Kibum desde hace un tiempo.

Esas gotitas de veneno, la indiferencia, la frialdad, la espera, la falta de atención, el ocultar el celular cuando suena, pero sobretodo esa tristeza que reflejan los ojos pardos del mayor que aunque Key le hace creer que no lo nota —pero hacerse el tonto duele—, duele más que Jinki quiera ocultarlo.

Las vacaciones de verano fueron aun peores, Kibum ya no tenía excusas para hablarle al maestro a cada momento para preguntarle hasta las obviedades del curso. Antes al menos seguían viéndose en aquella cafetería, que aún habiendo renunciado el mayor continuaba dándole asesorías al joven de mirada felina. Pero ya sin escuela fue cada día mas difícil verlo.

Aunque no todo fue malo para el castaño. Una noche, cuando ya estaba dispuesto a terminar su relación con el profesor porque se sentía olvidado por este, recibió una sorpresa. Jinki había llegado con flores y una botella de vino "hoy cumplimos un mes mas de enamorados y debemos celebrarlo. Lamento haberte tenido de lado pero tengo algunos problemas y no quiero preocuparte... Pronto se solucionarán. Amor, mi Kibum." esas palabras fueron suficientes para cambiar todas las razones que había pensando Key y para hacerle caso a su corazón, y a su pasión por el mayor, pues esa noche fue "la noche", aquella en donde se fundieron en uno solo. Finalmente conocían sus cuerpos y podían dar forma a los aromas que antes habían percibido y ahora todo tenía sentido. Aún no olvida esas palabras dulces del Lee, combinadas con la agitación de la actividad previa y que le hicieron derramar unas silenciosas lágrimas que se mezclaron con las gotitas de sudor que invadían su rostro: Quiero pasar la noche contigo y al despertar quiero verte descansando en mis brazos. Cualquiera se derretiría con tal labia, y Kibum no fue la excepción.

Y caí de nuevo, debo ser un estúpido.

Kibum se siente más triste e inseguro, solo Taemin entiende su situación y solo con él puede desahogarse.

—No sé qué es lo que pasa con Jinki. Se ha vuelto distante, nuestras llamadas son cortas y ya casi no viene. Cuando se queda a dormir se va rápido y esta semana solo se quedó un día. Ya no salimos a pasear ni a divertirnos —suspira un acongojado Kibum.

—Tal vez solo está ocupado con su trabajo, ya sabes... estamos en tiempo de exámenes finales —dice Taemin tratando de dar una explicación a la situación.

—No, nada de eso, él ya no está en nuestra escuela ¿Lo olvidaste? —Otro suspiro y su cabeza cae suavemente entre sus manos que estaban apoyadas en sus rodillas.

Taemin acaricia la espalda del mayor.

—¿No ha conseguido trabajo? —pregunta asombrado.

—No, desde que renunció para poder iniciar nuestra relación no ha vuelto ha trabajar.

—Tal vez no viene a verte porque se siente avergonzado por no tener dinero para darte algo lindo y no quiere salir por lo mismo, piensa en esto —dice el ingenioso Taemin—: él tal vez quiere llevarte a un lugar lindo y presumirte como su novio, pero sin trabajo debe ser frustrante para él.

—Si... Tal vez tienes razón.

—Exacto, pero si lo extrañas mucho deberías ir a verlo. —La sonrisa que ya se estaba formando en el pelinegro se desvaneció al oír las palabras del menor.

—Yo... no sé donde vive, solo nos veíamos en la cafetería o él venía pero nunca le pregunté por su casa porque creí que debía arreglar su situación con Victoria, primero.

—¿Aún no termina con ella? —pregunta el menor despacio y con mucho tacto para no dañar más a su amigo.

—Me dijo que si —ladea su cabeza y mira al menor— aunque ahora ya no sé...

Lo único que Tae puede hacer es consolarlo.

El trauma amoroso que sufrió Kibum está volviendo pero quiere creer que no sucederá así. Quiere pensar que su ex maestro Lee es distinto y que él no sería capaz de romper su tan frágil corazón.