el fuego es traicionero, ilumina tu camino a la vez que te quema.
•jasper hale x oc
•empezada: 09/02/2020
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EL HUMO CASI ASFIXIANTE SALÍA sin cesar de aquel baño cerrado con pestillo, dentro de este una pelirroja de cabello largo, facciones delicadas las cuáles estaban llenas de pecas que recorrían su cara, fumaba mientras leía los mensajes que otros estudiantes en el pasado escribieron con tinta negra en las puertas, la gran mayoría eran mensajes obscenos algunos de ellos provocando la risa en Mónica.
El timbre que indicaba el final de las clases sonó por lo que Mónica apagó su cigarro en la pared antes de abrir la puerta y salir.
El sol la hizo entrecerrar los ojos y con una mueca caminó en dirección a su casa, por el camino tarareó una canción que había escuchado hace un par de días en la radio.
Silenciosamente, ella metió la llave en la cerradura procurando no hacer un estruendo de este simple acto.
—¿Mónica?
La pelirroja pasó las hebras de su cabello tras su oreja aguantando las ganas de maldecir.
—¿Sí?
—¿Hiciste la compra?
Y maldijo. No la había hecho, la impotencia se apoderó de su cuerpo y esta aumentó al ver a su padre biológico con una botella de alcohol en la mano.
—Yo...no pude, salimos tarde de biología y—sus palabras fueron calladas cuando la mano de aquel hombre chocó contra su mejilla izquierda causando que tropezara.
—Maldita niña, ¿no podrías haber muerto como la zorra de tu madre?
—No hables así de mamá.—logró decir Mónica entre sollozos mientras era pateada por su padre.
—¿Qué importa? Está muerta.
—¡No hables así de ella!—gritó agarrando un jarrón y estrellándolo contra la cabeza de ese hombre, la cerámica saltó por todas partes mientras la pelirroja retrocedía arrastrándose por el suelo.
Lo había hecho, por un segundo se sintió libre antes de atemorizarse por sus actos. La pelirroja comprobó que él todavía respiraba antes de correr a su habitación y agarrar aquella bolsa llena de sus pertenencias que unos días atrás había preparado.
Su tía le había ayudado, Mónica le contó todos los maltratos físicos y psicológicos que había sufrido y Sophie al enterarse lo primero que hizo fue sacar un billete de avión para la pelirroja y después aconsejarle sobre cómo escapar, claro que nunca mencionó romperle un jarrón en la cabeza.
