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Caminaba rápidamente por los pasillos, quería llegar lo más rápido posible a los baños, iba esquivando gente y disculpándose mientras recibía miradas confundidas y algunas burlonas. ¿Por qué tanta prisa? Bueno, Hoseok y sus amigos habían llegado para molestarlo, como de costumbre, y habían tirado comida en su suéter nuevo. No quería que se ensuciara, ni que todos lo miraran de esa forma, así que se apuro en salir del comedor. Mientras llegaba a los baños del último piso, que estaban vacíos por mantenimiento, se preguntaba por qué a él, qué había hecho. Lo que le pareció raro fue que no estuviera su antiguo amigo ahí, para burlarse de él también. Yoongi estaba solo, sus amigos cursaban otras carreras, estaba harto de vivir estas situaciones, solo quería recibirse, faltaba menos, ya iba tres años en carrera. Tampoco respondía a los ataques porque estaba ahí él, el que alguna vez fue su lugar seguro y solía defenderlo de los que lo molestaban, a veces tenía la esperanza de que lo defendiera, pero no sucedía.

Cuando estuvo en la puerta, abrió rápidamente y se fijó que nadie lo viera entrar, de ser así lo reprenderian y no quería eso, no quería problemas.
Cerró con cuidado, se adentro y abrió la canilla de agua para empezar a limpiarse. Mientras fregaba para que saliera la suciedad escuchó un sollozo que lo hizo parar. Cerró la canilla y se dió vuelta, cuando lo vió ahí, vulnerable y solitario, su corazón se estrujó. Se lo quedó mirando, estaba sentado en uno de los cubículos con su cabeza entre sus piernas y abrazando las mismas.

—¿Taehyung? —pronunció con miedo el rubio.

El aludido levantó la vista con los ojos abiertos como platos y conectaron sus miradas, sin desprecio o burla, después de tanto tiempo.

—¿Qué te ha pasado? —preguntó secándose las lágrimas el más alto, que seguía en la misma posición—. ¿Han sido ellos verdad?

Eso último lo dijo mirando al piso, estaba avergonzado, nunca quiso hacerle tanto daño al menor, pero era tan tarde, demasiado para arrepentirse, eso creía.
Yoongi solo asintió avergonzado. Taehyung había sido su mejor amigo por muchos años, el único que lograba entenderlo y hacerlo sentir bien consigo mismo, pero todo cambio de un día al otro cuando empezó a juntarse con Hoseok. Yoongi sabía que ellos eran pareja o algo similar, pero nunca pensó que lo dejaría de lado por él, habían Sido tan inseparables, Taehyung había rescatado a Yoongi de tantos problemas y percances que había tenido, era como un héroe para él. Pero ya no más, luego de ese San Valentín y esa  estúpida carta, se había sumado a las burlas contra él, solo miraba y reía cuando lo insultaban o despreciaban, todo cambió desde que estaban en la secundaria, ya no eran niños, sin embargo ahí estaban, mirándose sin decir una palabra. El rubio sentía nerviosismo, no debía, pero lo hacía.
Taehyung no estaba muy distinto.

—Me ha dejado sabes...

Yoongi lo miró sorprendido, ¿por qué le contaba?
No dijo nada y dejó que el más alto continuara, parecía que necesitaba alguien con quien hablar. Se aproximó, asustando a Taehyung, y se sentó frente a él, mirándolo atento, para que el mayor pudiera continuar.

—Me ha dejado por otro, me lo venía venir, no soy muy especial después de todo... Es más, soy una mierda de persona.

Eso último lo dijo cubriéndose los ojos y sollozando nuevamente. Yoongi lo miró con ternura, sabía que no debía, pero no lo podía evitar.

—No es así Tae, no lo creo —Taehyung levantó la vista, encontrándose con los ojos negros del contrario, podía ver que estaba siendo sincero. Le había dicho Tae, eso movió el interior del mayor.

—No tenés que mentir para hacerme sentir mejor, sé lo que te hice, no merezco este trato tuyo, sos muy bueno y yo...

—Basta —interrumpio el menor—. Te lo debo, vos siempre estuviste ahí, más allá de todo lo que pasó después. Así que hablame, decime qué pasó, estoy acá para escucharte.

Perdóname [Taegi/Yoontae] One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora