Capítulo 14 - Mirando de otra manera

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Al otro día.

Narra Ross:

Estaba llegando a la casa de Laura. Estacione el auto, baje, cerré la puerta y puse la alarma. Camine hasta tocar el timbre. Espere unos segundos y me abrió la mamá, Emma. Me dijo que pasara y eso hice. Me saque la mochila que siempre traía y la deje colgada en un perchero. La mamá de Laura me dijo que iba a su cuarto a cambiarse y que después bajaba a hacer el desayuno. Entonces espere sentado en el sillón. Pasaron los minutos y nadie bajaba. Se ve que se fue a bañar o algo y Dan tampoco aparecía. Así que fui a la cocina, para prepararme mi desayuno, ya tenía hambre, no aguantaba más.

Cuando voy a la cocina. Estaba la luz prendida y la heladera abierta. Me asomo para ver quien estaba y veo a Laura sacando la manteca junto con la miel. Estaba muy sexy, con su camisón. Cada vez que se agachaba, se le subía el camisón y se le veía una parte de los cachetes. En eso, cierra la heladera, se da vuelta con las cosas en la mano y cuando me ve ahí parado, se asusta y sin querer, tira la manteca y la miel.

Laura: ¡Que haces ahí parado nene! – agachándose para juntar las cosas.

Ross: Lo siento, no quise asustarte – ayudándola.

Laura: ¡Deja, puedo sola! – levantándose con las cosas en la mano y dejándolas en la mesada.

Ross: Estas muy… - mirándola de arriba hacia abajo – Sexy – acercandome.

Laura: ¡Para acá! – haciendo que pare de acercarme – Esto – abriendo la miel y agarrando un poco con el dedo – Es por… - cerrándola de nuevo y mirándome – Asustarme y mirarme – poniéndome miel, con su dedo, en mi nariz, estaba pegajosa.

Ross: ¡Ah, sí! – agarrando un poco de miel y poniéndosela en los labios - ¡Ahora vas a ver lo que es bueno! – acercandome y besándola, mientras le sacaba la miel de su boca.

En cuando escuchamos que alguien bajaba por las escaleras. Nos alejamos los dos. Antes de que nos vean. Ella se quedo en la cocina y yo me fui al living.

Emma: Perdón por tardar tanto Ross – bajando.

Ross: Está bien, no hay problema – lo estaba pasando genial, diciéndolo en mi mente.

Laura: Hola mamá – saliendo de la cocina y saludándola – Me desperté temprano, no quería llegar tarde.

Emma: Muy bien hija – sonriéndole – Ahora hago el desayuno – yendo a la cocina.

Ross: ¿A dónde vas tan temprano? – preguntándole curioso.

Laura: ¿Conoces a que te importa? Bueno, eso – otra vez fría.

Me senté a esperar el desayuno. Laura otra vez estaba fría conmigo. Porque cambiaba tan repentinamente. Que es lo que hacía para que cambie así. Luego de esperar, vino Emma con una bandeja, llena de muchas cosas.

Emma: ¡Hija, baja! – gritándole - ¿Me haces un favor Ross? – mirándome.

Ross: Si, decime.

Emma: Vas a llamar a mi hija para que baje, por ahí tiene puesto los auriculares y no escucha nada.

Ross: Ok. Ahí voy – parándome.

Emma: Gracias Ross – sonriéndome.

Hice lo que me pidió Emma. Subí hasta el cuarto de Laura. Estaba entreabierto, entonces entre, cuando lo hice y vi a Laura. Ella estaba de espalda, por ponerse el corpiño. Podía ver su hermosa espalda desnuda. En cuando me ve, se enoja y me empuja hacia la puerta. Todavía estaba en corpiño, sin remera.

Un amor de famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora