Yo Soy Bon [BxB] |+18| |PAUSADA|

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|Sospechas y Verdad|
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N/A: ¡Vamos por 130☆ y 310 comentarios para darle amor a la historia.
Le dedicó cap a ArAnzA_kluklustruklu, palette24, NiaKuTan425, hikarunya, 3rainbowdai, STARDAY5, HellenTaipe, LilyCookiie, PerlaGup_fnafhs, @Bonnie_chan15, Evi_Glows, VickyCasanova_owo, MikaelaCrack, AxvaOMGatitoKawaii, Mikugochi18, Arffi_la_69, OteshiH, Crystal_Space, Soy_Puppet_Fhs, ashshash, Reina-Sugar26, _B0rD3rL1n3_, Foreversonamy y Mely_chan27.
Publicó hoy ya que rompieron el récord muy rápido, además es como darles un regalo por mi cumple (si soy medio rara me preocupo por ustedes hasta en mi cumple).

Si quieres que te mencione comenta a full y no te olvides de responder la pregunta del final.
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Bonnie no podía dejar de observar con bastante disimulo y preocupación las acciones de Bon, desde el día que le dio esa palmada en la espalda hasta hoy viernes, y todos esos días no había dejado de notar cosas extrañas, aquellas que le hacían intuir que algo malo le estaba sucediendo a Bon, claramente la excusa del tío loco ya no la creía de todo, ese señor algo tenía con Bon he iba a descubrirlo.

Entre los ejemplos más destacados al respecto a las rarezas que observó toda la semana, podríamos comenzar la que sucedió el día miércoles.

Lindo día, y aun mejor cuando tuvo que ir a encerrarse en la biblioteca del colegio para leer unos libros que su maestra de literatura había mandado de tarea, claramente Bon lo acompañó sin siquiera pedírselo, pero se emocionó tanto por los libros que iba encontrando que terminó por tomar más de la cuenta.

—¿No crees que son muchos libros?— preguntó Bon observando como el pelimorado sostenía una gran pila de libros con sus manos, ahora mismo se acercaban donde estaba la encargada de la biblioteca para pedir aquellos libros prestados.

—Ay Bon, nunca son demasiados— soltó con cierta burla— ten, carga los libros mientras yo saco mi credencial de la librería— mencionó tan rápido pasando la pila de libros al moreno, que todo el día había tenido las manos metidas en sus bolsillos.

—¡Ha! ¡Wahhh!— Bon apenas los tomó terminó por soltarlos regando los libros en el suelo, no sin ante que uno golpeara su pie— ¡Ha! ¡Que dolor!— gimoteo mientras se agachaba en el suelo a chillar.