Dia 14: Dulce y Apasionado

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ChanBaek

Ambos reían divertidos, sin parar de correr, lanzarse agua con ayuda de sus pies o gritando, por parte del mayor de ambos

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Ambos reían divertidos, sin parar de correr, lanzarse agua con ayuda de sus pies o gritando, por parte del mayor de ambos. 

—¡Yeol!.—se rió a carcajadas el más pequeño, agitando un poco sus piernas cuando fue atrapado por su espalda y elevado del suelo, en un abrazo y giros. 

—Eres tan precioso.—el pequeño sintió sus pies volver a la tibia agua de la playa junto a los labios y la nariz contraría hundidas en su cabello. 

—Tu eres aún más hermoso.—aseguró el pequeño, echando su cabeza hacia atrás para extender sus labios, llamando los contrarios de esa manera para compartir un pequeño he inocente beso. 

—No, no, mi bebé es precioso~ .—BaekHyun rió suavemente, aunque se volvieron rápidamente carcajadas cuando ChanYeol volvió a alzarlo en el aire para dar vueltas.

—¡ChanYeol~!. 

—¡Hey!.—ChanYeol perdió el equilibrio al sentir un cosquilleo en su pierna derecha para caer sentado en la arena con BaekHyun entre sus piernas. El pequeño de inmediato se giró, colgándose del cuello ajeno para iniciar un nuevo beso, inclinando su cabeza para hacerlo más profundo, suspirando ante la sensación de la lengua ajena chocar con la suya.  —Te amo...—Susurró ChanYeol entre el beso, acariciando la cintura ajena mientras podía sentir la fina cola del demonio enrollarse en su muslo izquierdo. 

—Y yo a ti...—susurro también entre el beso, riendo suavemente antes de separarse solo un poco. ChanYeol sonrió antes de girarse, acostándolo en la arena para ambos reír. 

—¿Deberíamos volver a casa?.—Susurro el alto, besando su mejilla, llevando aquellas caricias por su mentón a su cuello. 

—¿Quieres ir a casa?. 

—Me duele un poco la espalda por el frío...—BaekHyun asintió, acariciando las mejillas ajenas. Al ser un demonio no sentía el frío, su sangre era fría como la de un reptil y realmente solo podía subir de temperatura, ¿ChanYeol? Era otra historia... Podía sentir frío, como los humanos y más ahora. 

—Vamos entonces amor...—dejó un último beso en sus labios antes de empujarlo con suavidad para que se levantara. ChanYeol sonrió para levantarse, cargando al mayor como si fuera un bebé, dejando que enrollara sus piernas en su cintura y sus brazos en su cuello. 

Camino tranquilamente, disfrutando de los besitos de cachorro que el pequeño le daba haciéndolo reír hasta llegar a la acogedora casa a orillas de la playa, el lugar donde ambos vivían. 

Donde ambos se escondían.

—Ya~ Quédate quieto.—rió al entrar ya que el más pequeño seguía dándole besos sin parar. 

—Es que... Hm~ Te amo tanto~...—ChanYeol rió para seguir derecho a la habitación tras cerrar la puerta, dejando cuidadosamente a su pequeño demonio en la mullida cama.  —BaekHyun... 

30 Days of SmutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora