Desde que entró a la escuela inició ocultándose en cada parte que podía, detrás de algunos pilares, entre espacios de los casilleros, todo esto mientras avanzaba hacia su salón y era objetivo de miradas extrañas de parte de los estudiantes que se encontraban fuera de sus clases, tenía un buen motivo para actuar como lo estaba haciendo en esos momentos. Esta vez sentía que su ansiedad por ir a trabajar era completamente justificable, temía encontrarse con Leopold por los pasillos, había podio esquivarlo en su primera clase pero eso no significaba que en adelante no se lo encontraría por ahí, no quería hablar de las rosas, siendo sinceros él esperaba llevarse ese secreto hasta la tumba, o hasta su jubilación, lo que sea que fuera a pasar primero. Si lo pensaba bien y detalladamente no había nada exactamente por lo cual temer y eso era lo que más le asustaba, no saber a qué le tenía miedo. Mentiría si dijera que después de escapar el día anterior hacia su hogar su cabeza no dolió de tanto atormentarse, nunca lo había pensando hasta que Leo lo dijo pero ¿Quién era la misteriosa persona que le dejaba las rosas? Por un tiempo creyó que era el gobierno, pero era ridículo pensar que el gobierno estaba interesado en él... en la forma romántica.
Cuando al fin pudo divisar la puerta de su salón y verificando que Leopold no se encontrara a la vista suspiró y se encaminó para preparar sus cosas para su siguiente clase. Cerró la puerta detrás de él y dejó sus cosas en su escritorio permitiéndose sentir a salvo en lo que describiría como su segundo hogar, le gustaba observar su salón de clases, las mesas rectangulares para parejas, los materiales y electrodomésticos disponibles para su uso diario, el refrigerador en la parte de atrás, estanterías y gabinetes, todo decorado con un suave color pastel para armonizar el ambiente de repostería, su termo estaba a la mano y no dudó en beber unos cuantos sorbos, por las prisas no pudo hacer más que un café negro y cargado, normalmente disfrutaba del sabor amargo natural del café mientras otras veces le apetecía algo ligeramente dulce, un pequeño gusto culposo como le solía llamar.
El timbre sonó y después de tensar su cuerpo por el estruendoso ruido sus alumnos empezaron a entrar, le sorprendió de gran manera al no ver a su pareja favorita acompañarlo en el tiempo de espera entre el cambio de clase pero más fue su sorpresa al sólo ver a Clyde entrar sentándose solo pero sin borrar esa sonrisa amable, tuvo un pequeño presentimiento, o una incomodidad, no supo identificar bien que era. Decidió esperar unos segundos más, pensando que tal vez a Craig se le había hecho tarde, o se le olvidó algo, o algún maestro lo citó, no quería pensar en cosas terribles así que se repetía constantemente que era por algún motivo insignificante, aún con eso en mente, Craig nunca entró y el último estudiante que llegaba con un ligero retraso cerró la puerta.
ㅡ¿Profe? ¿Se encuentra bien?ㅡ no supo cuánto tiempo se quedó esperando con la vista hacia la puerta, teniendo la esperanza de que Craig apareciera disculpándose por la tardanza y poniendo alguna excusa, no le importaba si fuera real o falsa, sólo tenía esa pequeña idea de que aparecería en cualquier momento, por la cara de algunos de sus estudiantes en cuanto Nichole lanzó su pregunta supuso que si quedó bastante perdido en su cabeza.
ㅡSi, es sólo queㅡ no terminó de hablar, no quiso decir que le pasaba, no lo creía necesario y le resultaba un poco vergonzoso admitir su preocupación hacia un estudiante en específico, decidió descubrir la ausencia de Craig sin levantar sospechas ㅡ... Voy a pasar lista
Obviamente falló ya que nunca desde la primera clase en adelante el maestro Tweek había pasado lista, no era un requisito como tal si siempre veía a sus estudiantes sin falta en sus lugares, sólo se tomó lista el primer día para reconocer los nombres con rostros, de ahí en fuera les pareció extraño.
Fingió serenidad mientras dictaba los nombres, dejando un pequeño punto cada vez que respondían, la impaciencia le estaba carcomiendo mientras veía de reojo el nombre de Craig acercarse, cuando lo mencionó esperó en silencio y Clyde levantó la mano.
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Rosas Anónimas [Creek]
FanfictionAquello solo demostraba la cruda verdad, aquellas rosas perfectamente cuidadas las entregaba él, quiso negarse a creerlo pero de alguna forma anhelaba que fuera verdad.