De sudor y ternura «Mystic Messenger» [Jumin/MC] [Parte I]

Capítulo 26: El caos del presente

Una vez que tuvieron todos listos, se dirigieron hacia el Hotel, donde se encontraba el helicóptero de C&R. Viajarían todos juntos hacia Seóul, mientras V tomó la determinación de volver. La investigación que estaba realizando, y lo que le mantenía ocupado y oculto durante todo este tiempo, además de tratar su visión gracias a Jumin y Emily, estaba quedando atrapada, y tenía que volver a aparecer para lograr avanzar.

Por supuesto, que solo Emily sabía en lo que estaba trabajando, y pronto necesitaría la ayuda de Jumin, para aparecer "en los medios", ya que, dado su fama de fotógrafo reconocido en el país, su vuelta no iba a pasar inadvertida, y era mejor simplemente enfrentarse a ello.

Por otro lado, Crystal durante todo el camino de vuelta estuvo pensando en como enfrentarse a Jumin. Eran demasiadas las preguntas que se agolpaban en su mente, y eran demasiados los sentimientos que le producía todo, y simplemente, no sabía como enfrentarlos. Crystal suspiró, mientras Kyouya la observaba, tomando de su mano en el camino, dándole el apoyo, junto con una sonrisa.

V que estaba frente a ellos no pudo evitar observarlos, y sin emitir ningún comentario, solo simuló ignorarlos, pero aquel gesto inesperado era algo notable, más allá de una relación entre un chofer y su jefa. Abrazó a Emily y le dio un beso en su cabello, mientras ella se acurrucó contra él, mientras llegaban a C&R.

Una vez que llegaron a C&R, se dirigieron rumbo a casa, donde finalmente Crystal llegó, y sus maletas la recibió el personal. Miró su pequeño reloj; Jumin llegaría en dos horas, aproximadamente, por lo que decidió tomar una ducha para calmar su malestar. Tardó más de lo necesario para tranquilizarse, y cuando se puso la toalla, y fue hasta la habitación para escoger su ropa, se encontró con una agradable sorpresa. Jumin estaba esperándola sonriente, sentado en el pequeño sillón que estaba próximo a la ventana.

- No esperaba que me recibieras tan... deliciosamente. – dijo, con su voz tranquila y una sonrisa radiante, observando detenidamente como las gotas resbalaban por el cuerpo de su esposa, comiéndola con la mirada.

Crystal quedó impactada e inmóvil. No esperaba que llegara más temprano de lo acordado, y se había preparado mentalmente para recibirlo en al menos una hora más, pero no era así. Había incluso preparado un poco como iba a iniciar la conversación, pero el tenerlo así, con una sonrisa hermosa, con su mirada radiante, queriéndola y deseándola la derrumbó por completo. Su corazón latió desbocadamente, traicionándola, pero ¿qué más daba? Ese corazón siempre le había pertenecido a Jumin.

Corrió hasta donde él para abrazarlo. Simplemente no podía. Era algo que se volvía contra ella, aquella necesidad de sus brazos que tanto le hicieron falta durante estos tres días. Jumin la sostuvo entre sus brazos, besándole el cuello, apretando su delicado cuerpo contra él, incluso levantándola un poco del suelo para traerla consigo y besarla. Maldita sea, pensó Crystal, cuando se encontró ella misma respondiendo aquel beso tierno y a la vez ardiente de su esposo. Era débil, muy débil, pero lo extrañaba tanto, que por unos minutos quiso disfrutarlo. ¿Quién sabría lo que pasaría después?

Cuando Jumin la soltó, la toalla se cayó, y ella se sonrojó, tomándola nuevamente, para ponerla en su cuerpo.

- No me molesta que te quedes así. Podría comerte a ti para la cena. – dijo, con una sonrisa de lado. Crystal suspiró, y no respondió a su comentario, dirigiéndose hacia su armario para vestirse. Necesitaba armarse de valor, y no podía estar desnuda para hacerlo, o se le volvería en su contra. Mientras se vestía, ella le hablaba desde el armario.

- Pensé que llegarías más tarde.

- Adelanté un par de reuniones para poder venir antes, no aguantaba las ganas de verte. – dijo él, sonando dulce.