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Sienna no pudo levantarse de mejor humor. Corrió hacia la ventana y miró para afuera, justo donde se veía la mansión de los Lauren; donde estaba su amado Teddy. Todavia ella no podía creer lo que había pasado ayer; el chico al que ella amaba sentía lo mismo por ella. Lo único que Sienna quería era ir a verlo a toda costa, volver a besarlo y a quedarse para siempre junto a él, pero sabia que tenia que esperar, el le había dicho que la iba a ir a buscar. Se cambió con el mejor vestido que tenía, uno que su Tía le había traído de uno de sus tantos viajes a Europa y estaba ahí juntando polvo, ya que ella nunca se había preocupado mucho por su apariencia, y bajó las escaleras. Hoy era un día diferente. Ella se acercó a la cocina casi bailando y sus hermanas la empezaron a mirar raro cuando notaron su comportamiento.

Sienna no se daba cuenta de las miradas que sus hermanas le daban al sentarse a la mesa. Específicamente para Jo, Sienna se había vuelto totalmente loca de la noche a la mañana. Su mirada y atención estaban perdidos en una nube de pensamientos y a penas había tocado su desayuno. Lo que si nunca se había ido de Sienna era la sonrisa de oreja a oreja que tenía plasmada en la cara. Fue Beth la que se dignó a preguntarle a su querida hermana que era lo que le había pasado. "Laurie me dijo que me amaba" con solo esa frase, sus hermanas entendieron todo "¡Al fin! Ya era hora de que ustedes dos se aclararan". En un instante en la casa March pasó de ser un día normal a uno de fiesta.

"Esperen, ¿Y dónde está Amy?" dijo Sienna preocupada por su hermana "Esta en lo de la tia March, estaba muy emocionada por todo lo del viaje a París que no podía esperar ni un minuto para hablar sobre eso, no importaba si era con la tía March o con quien" ahí fue cuando Sienna se acordó de que la Tía March tambien la había invitado a ella y que Laurie no quería que se fuera. ¿Que tenía que hacer? Tenia ganas de ir a Europa y estudiar medicina, si, pero separarse de Laurie, ahora que se habían dicho lo que sentían uno por el otro, le resultaba una idea insoportable. Quizá debían decidir juntos cuando el viniera a buscarla, sería lo primero que le diría.

Para la hora del mediodía Sienna se habia sentado en el marco de su ventana y miraba hacia la mansión Laurence con atención a no perderse ningún detalle, menos una persona saliendo de ella. Todavía no había rastros de Laurie, pero aunque sus hermanas empezaban a notar algo raro, ella no. Beth apareció y se sentó junto a ella "¿Esperas a Laurie?" le dijo con una sonrisa, y aunque Sienna seguía estando igual de emocionada como cuando se levantó, hubo algo dentro de ella que se revolvió, dándole un mal presentimiento, "Si, ayer, cuando Amy me contó que la tía March quería que fuera con ella a Paris Laurie salio corriendo. Yo supe que algo estaba mal con el y lo seguí, ahí fue cuando me dijo que me amaba. Yo no podía estar más feliz. Estuvimos un rato juntos hasta que oscureció y nos separamos, pero me dijo que me pasaría a buscar hoy y hablaríamos bien, no me dijo cuando y todavía lo sigo esperando.

"Yo te voy a decir lo que Jo te diría. No tienes que ser la princesa que espera a que se principe azul la salve, ve por el, se tu la que lo vas a buscar, ve a buscar tu final feliz hermana" Sienna se conmovió con las palabras de su hermana, encontrando valor para correr hacia su amado y la abrazó "Eso haré hermana, eso hare".

Sienna tenía una bola de nervios en el estómago. Había ido muchas veces a la mansión de los Lauren, ya había perdido la cuenta de tantas que habían sido, pero nunca se había sentido así. Los nervios le hacían querer correr lo más rápido posible a los brazos de Laurie, pero sabia que eso no iba a ser correcto. Igualmente, aunque reprimía ese sentimiento, no pudo evitar que su cuerpo actuara en reflejo y pies fueran un poco más rápido. Como resultado, el camino hacia la mansión de los Lauren se le hizo mucho más rápido de lo que ella quería.

Después de tocar la puerta una vez, un mayordomo le abrió "Buen día, ¿A quién busca?" le dijo este con educación "Buen día a usted también, ¿Estoy buscando al joven Lauren?". Pero la respuesta que recibió le sorprendió un poco "Lo siento, actualmente el joven Lauren no se encuentra en su residencia, ¿Pero puedo decirle que le dejo un mensaje?". Sienna no se iba a quedar con esa respuesta, tenía que saber a donde era que se había ido Laurie "No, si el señor Lauren se encuentra me gustaría también hablar con el" el mayordomo entendió que era algo parecido a un tema importante, y sabiendo quien era ella, la hizo pasar.

Sienna supuso que el señor Lauren estaría en su despacho, y dispuso bien, porque ahí fue donde el mayordomo la llevó. Este tocó la puerta y cuando el señor Lauren dio la confirmación para pasar el le abrió la puerta y se fue, dejando al dueño de la casa y a Sienna solos "Ah, querida Sienna, ¿Que te trae por acá?"
El señor Lauren se notaba un poco confuso y Sienna supo que algo no andaba del todo bien "Bueno, venía a buscar a Laurie, pero viendo que no esta.......". El señor Lauren la interrumpió "Que raro, pensé que Laurie te avisaría que se iba a ir".

"¿Se fue?" El corazón de Sienna empezó a latir muy rápido, y no por alegría. Laurie no era capaz de abandonarla después de haberse dicho y hecho todo lo que hicieron ayer, ¿No?. "Bueno, eso sí que es raro. Laurie se fue a Alemania esta mañana de viaje de ultimo momento, dijo algo de que debía pensar o algo así, me imaginé que les habría avisado a todas ustedes, pero parece que no" Sienna no quería creerlo, pero parecía que no tenía otra opción. Laurie Laurence la había abandonado, había jugado con ella.
¿Que otra explicación podía haber?

"Ah, okey..........señor Laurence, ¿Puedo hacerle una última pregunta?" el señor Laurence asintió con la cabeza dándole permiso "Laurie se fue a Alemania por su propia voluntad, ¿No?¿No le contó nada sobre algo que habría pasado ayer?". Supo la respuesta al insante al verle la cara "Si, se fue por su propia voluntad, sabes como es mi nieto, espontáneo, y no, no me contó nada, ¿Se pelearon?". La voz del señor Laurence se escuchaba cada vez más lejos, todos los momentos de la noche anterior empezaron a pasar rápidamente por la mente de la rubia "nono, una simple tontería, nada grave, gracias por avisarme señor Laurence, hasta luego". Tuvo que controlar las lágrimas por lo que le pareció una eternidad, mejor dicho hasta salir de la mansión.

Cuando supo que ya no habría nadie que la podía escuchar o ver, se largó a llorar desconsoladamente. Una presión en el pecho le impedía casi respirar, haciendo que tuviera que tomar bocanadas de aire cada tanto. Ya no estaba caminando, ahora corria, corría con todas sus fuerzas, como si quisiera escapar de la situación, de los sentimientos que tenía por Laurie. Laurie, ese chico abierto, que nunca había tenido problema en expresar sus sentimientos o abrazarla en público, que pensaba que la amaba con todo su corazón como ella lo hacía, la había abandonado y roto el corazón como a una muñeca de trapo.

Nunca supo cómo fue que llegó a su casa, porque las lágrimas le nublaban la visión y su conciencia y conocimiento estaban en el dolor del corazón que se acababa de romper de la peor forma, pero de algún modo lo hizo, quizá por saberse el camino de memoria. Abrio la puerta y no le importo quienes estaban ahí, la adrenalina se fue y sus piernas no aguantaron más, haciendo que ella cayera al suelo, todavía llorando. Se alegró al saber que sus padres todavía no estaban en casa y Hannah había salido a hacer mandados, porque sabía que iba a tener que dar muchas explicaciones e iba a ser mucho más fácil dárselas a Jo y a Beth que a sus padres.

Sus dos hermanas corrieron hacia Sienna y se arrodillaron a su lado para ver que le pasaba "Laurie se fue a Alemania". Con solo esa frase, Jo y Beth entendieron lo que estaba pasando. Beth abrazo a Sienna por la espalda y dejo que llorara en su cuello, pero Jo no iba a hacer lo mismo. De un soplón, muy como ella era, la segunda mayor la agarró por los hombros y la hizo mirarla "Escuchame bien Si, ¿Sabes lo que harás ahora? No llorarás un minuto más por ese estupido. Te irás a Paris con la tía March, te perfeccionarás en  medicina y harás tu vida siendo la mejor doctora de toda Europa, ¿Me entendiste? No lo necesitas para ser feliz" Sienna asintió y se secó las lágrimas despacio, para despues pararse. Al insante, sus dos hermanas hicieron lo mismo y la abrazaron en forma de contención.

El dolor que le había proporcionado su corazón roto, gracias a la cobardía de Laurie, seguía presente y más doloroso que nunca, pero Sienna no era de desactivarse tan fácilmente. En ese mismo momento ella decidió que no podía dejar que esto la detuviera, y que tenía que seguir adelante, pasara lo que pasara.

Sienna March 《Little Women》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora