Mamá había regresado de su viaje, y ya tenía una fecha acordada con Dominic para la prueba de habilidades, tenía que enfrentar a mamá antes del miércoles, pero no sería hoy. Acababa de llegar y le faltaba desempacar. Llego con bolsas de regalos para todos. Era domingo y decidimos pasarlo en familia. Al terminar la merienda nos sentamos en la sala frente a la fogata para abrir los regalos. Mamá y Richard nos comentaron sobre el viaje y todo lo que hicieron, mamá estaba fascinada con todo lo nuevo que conoció y acordó llevarnos para vacaciones. Al parecer se le olvidó que saldríamos con papá en vacaciones.
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El martes, después de llegar a la escuela decidí buscar a mamá en su trabajo para poder enfrentarla y exigirle una explicación. Quería escuchar todo de sus labios. No me moleste en dejar las cosas en casa, saliendo indique al chofer ir a las oficinas de Palmer industry, donde era secretaria ejecutiva. Llegue al edifico, solo había estado allí un par de veces y por eso me impresiona el edificio de diez pisos con cristales polarizados, sus puertas automáticas de cristal transparente, la recepción tan elegante con sus sillones blancos y en donde se encontraban las recepcionistas se encontraba el nombre de la empresa con letras plateadas. Subí al espacioso y elegante elevador y presioné el botón diez donde se encontraba la oficina de mi madre. Se encontraba en una junta, así que entre a su oficina a esperarla. Me senté en el cómodo sillón azul ubicado a un lado de las puertas de cristal de su oficina, juguete con mis pies pegándolos contra el piso de madera mientras esperaba y pensaba lo que le diría.Al cabo de unos minutos mi madre atravesó las puertas de cristal con sus tacones negros de charol y su traje elegante negro. No noto mi presencia al principio hasta que tomo asiento en su escritorio.
-Oh, cariño.-dijo un tanto sorprendida por mi visita.-¿Que haces aquí? ¿Ocurrió algo?-dijo mientras ordenaba unos documentos que tenía sobre su escritorio.
-Necesito que me digas la verdad esta vez.-dije exigente. Me levante del sofá y camine hacia el asiento que estaba Justo al frente de su escritorio para poder verla directo a los ojos.
-¿Que ocurre Olivia?-dijo un poco más seria.
-No le daré vueltas al asunto mamá, sabes que no soy así.-dije recargándome en el respaldo de la silla y cruzando una pierna sobre la otra.-¿William es mi padre?-dije sin más rodeos. Quería saber la verdad y anhelaba que no me lo negara. No duró más que unos segundos pensando y comenzó a reír, a reír como si hubiera contado el chiste más gracioso que alguien haya escuchado.-¿Cual es lo gracioso?-dije incorporándome sobre el escritorio con una cara de pocos amigos. Contuvo su risa y se incorporó sobre el escritorio al igual que yo. Quedamos frente a frente.
-Lo gracioso, querida hija, es que pienses que William no es tu padre.-dijo tratándome como una tonta. Si que era buena mintiendo. Me enfurecí por saber que mentía. Así que lance la bomba.
-y...¿Que hay de Dominic?-dije volviendo a recargarme en la silla y con una sonrisa macabra. Al escuchar tal cuestionamiento, mi madre abrió unos ojos como platos y se puso pálida. Cómo si hubiera visto un fantasma.
-¿De que estás hablando?-dijo en un tono nervioso y poniéndose erguida. Desvió su mirada de la mía hacia los documento que antes estaba ordenando.
-Cuando te fuiste de Luna de miel, conocí a Dominic-dije disfrutando ver cómo se ponía muy nerviosa con tan solo escuchar el nombre de Dominic.-Me lo ha contado todo.-dije sin más rodeos.
-¿Que te ha dicho?-dijo poniéndose de pie. Pude notar que sus manos temblaban, su tez blanca la delataba al teñirse de rojo por lo ardiente de su sangre.
-¿No lo has escuchado?-dije poniéndome de pie al igual que ella-me lo ha contado TODO-recálquele la última palabra en modo de advertencia. Pude sentir su frustración era tanta que no pudo lidiar con ella y se arrojó a su silla nuevamente.
-Te lo puedo explicar-dijo intentando arreglarlo.
-Quiero escucharlo de ti.-dije sintiendo como una lágrima recorría mi rostro. Si ella lo admitía todo se derrumbaría, me estaría diciendo que la mitad de mi vida ha sido un engaño, que he soportado a un hombre que no es nada de mi, lo he soportado por creer que era mi padre y ahora si ella admitía que no era así todo había sido por nada. Se quedó callada unos segundos inspeccionando con suavidad la situación.-¿Es William o no mi padre?-dije exigiendo la respuesta que había ido a buscar. Camino hacia donde me encontraba yo y me dio un abrazo fuerte y comenzó a llorar. Ahí tenía mi respuesta. William no era mi padre, lo que quería decir que Dominic tenía razón. Vivi 17 años de mi vida con un hombre que no es nada mío, quien no supo ser buen padre, quien dejó a La Niña que creía que era su hija olvidada en el preescolar más de una vez.
-¿por qué?-fue lo único que logró salir de mis labios. Con una voz entre cortada y las lágrimas que recorrían mis mejillas.
-Quería que estuvieras a salvo, quería que vivieras. No estaba dispuesta a perderte.-dijo justificando sus acciones.
-Entonces...-dije mirando al vacío. Sentía traición y decepción. Ella era mi ejemplo a seguir.-Nada es ilusión.-dije con la voz entre cortada.-también es verdad que eres un Ángel caído-dije poniendo todas mi cartas sobre la mesa. Yo sabía toda la verdad y quería escucharlo de ella, solo que no creí que fuera tan duro escucharlo. Se sorprendió aún más por tal acusación.
-¿Por qué te busco Dominic?-dijo evadiendo mi afirmación.
-Quiere saber mi naturaleza. Quiere que lo apoye en esta guerra.-dije caminado hacia en sofá donde me había sentado a esperar a mamá.
-y ¿Qué eres?-dijo incada frente a mi. No tenía una respuesta a esa pregunta, no sabía que era, tenía una cita con Dominic para averiguarlo. Pero solo eso, una cita.
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El secreto de Olivia.
Teen FictionOlivia es una chica de 17 años y sus únicas preocupaciones son su familia, graduarse y entrar a la universidad. Pero todo cambia cuando rascando en el pasado de su madre encuentra un secreto y su verdadero origen, ella no creía en los seres divinos...