пятнадцать

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¿Moriría antes de alcanzar su objetivo?

¿Antes de que vengara a todos sus seres queridos?

Miró a su alrededor recordando las veces anteriores, recordando como su padre lo había desmayado para que no se involucrara, recordando como los guerreros de Led los habían protegido y al final Shouto también se sacrificó por él. Todos jadeaban por falta de aire, cansados y heridos, la mayoría ni siquiera podían mantenerse en pie.


—Drakon...


Susurró, el dragón estaba a su lado, sus alas estaban caídas por la falta de energía y ya no era capaz de producir fuego. Katshuki miró nuevamente hacia los demonios, durante la batalla habían aparecido más, tal vez atraídos por el olor a sangre o el sonido estridente y fiero que producían al pelear. Cerró los ojos por unos segundos, los rostros de todos aparecieron para darle fuerza, abrió los ojos determinado y levantó la espada.

Moriría peleando.


—¡Maestro!


Izuku gritó con fuerza, lleno de esperanza mientras miraba a sus espaldas donde varios demonios habían caído al suelo por algún ataque poderoso y desconicido, dándole paso así a alguien. Un hombre rubio, alto y musculoso apareció con una enorme sonrisa y una espada más larga que su propio cuerpo. Detrás de él caminaba un ejército, tanto humanos como criaturas mágicas, todos dispuestos a pelear por la luz del mundo.


—No hay nada que temer ¡Porque yo estoy aquí!


Esa simple frase hizo que varios se pusieran nuevamente en pie y sus miradas recuperarán el deseo de lucha y victoria, Katsuki sabía bien quien era ese hombre, era Toshinori Yagi, el rey de Magiya. La batalla comenzó de nuevo pero esta vez los guerreros poseían esperanza y una fuerte convicción de que podrían ganar.

—Haber si entendí bien, el Rey puede teletransportarse y eso fue lo que hizo conmigo antes para traerme a nuestro reino, ¿correcto?

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—Haber si entendí bien, el Rey puede teletransportarse y eso fue lo que hizo conmigo antes para traerme a nuestro reino, ¿correcto?


Hawks asintió con cansancio mientras veía a Shouto jugar con dos cráneos y tocarse el mentón pensativo, comprendiendo la información, entendiendo el alcance de poderes que poseía su padre y que probablemente él también pudiera alcanzar. La teletransportación era una magia complicada y dolorosa, rompía los huesos y los reacomodaba al llegar a su destino, también dejaba su propia sangre en el lugar (de partida) como una especie de intercambio o sello.


—También fue capaz de localizarte porque la maldición, que puso en tí de niño, se activó.


Shouto lo miró con extrañeza y Hawks solo suspiró señalando su ojo izquierdo, más exactamente, la cicatriz que lo rodeaba. El bicolor se tocó distraídamente el lugar y luego abrió la boca entendiendo, se había estado preguntando por el origen de esa cicatriz, asintió tomando su espada manchada de sangre.

демон [Todobaku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora