Historias adolescentes

introducción al caos

Hola a todos, los romances que leas aquí forman parte de aquellos que me rodean, tanto la de ellos como la mía son verídicas. Me llamo Erik y a mis 16 años de edad he conocido mucha gente. Todos tenemos amores muy diversos. Esta primera historia, que es la mía la cual empezará el libro.

Todo empieza ya hace más de 5 meses, llevaba una depresión grandiosa, y, sin verlo, iba de fiesta en fiesta esperando sentirme bien conmigo mismo. Quería olvidar ese amor que tanto me había marcado. Su nombre lo iréis viendo más adelante. El dolor que sentía era muy grande, y notaba un vacío en el corazón que nunca he había tenido. Convencido de que ella simbolizaba la palabra amor, me aferré a todo y le dí el amor que nunca había dado. Pero eso no fue suficiente. 

Quizás más valía no haber dado nada por ella. Pero si no hubiera pasado no habría conocido a la chica la cual vió en mi un no sé que y me hizo cambiar a mejor. 

- ¿Cómo te llamas?- Preguntó ella.

Su sonrisa era como una media luna preciosa y perfecta, y sus labios eran pura miel.

- Me llamo Erik- Le contesté. 

Era la primera vez que la veía, ella hablaba con Tiffany, una amiga, de donde podían ir, que las íban a pillar. Al parecer una disputa en su casa la obligó a escapar. Los problemas nunca se me habían dado bien, y le ofrecí mi casa para pasar la tarde.

No es que quedara cerca del lugar donde nos allá vamos, pero aun así decidimos ir. una vez en mi casa Tiffany y yo hablábamos de el problema que aquella chica tenia.

- Marta, te vienes a mi casa y te refugio allí hasta mañana- dijo Tiffany a la chica.

Ahora sabía su nombre, no porque ella no me lo dijera, si no porque lo había olvidado. Marta la miró y asentó con la cabeza. Cuando llego la hora de irse, pensé en que deseaba volver a verla y disfrutar de un momento mejor.

Ese día ya de noche, seguí el ritual de siempre: servirme mi comida y poner una película, me quité la camiseta, el calor me mataba y aparte no había nadie en casa. De repente el timbre sonó, no tenía ni idea de quien era. Seguro que mi madre no, ya que estaba en casa de una amiga y se llevó las llaves.

Abrí la puerta, era ella, parecía asustada. Le dije que entrara y que me explicara lo que había pasado. Al parecer todo salió mal y Tiffany le dijo que viniera aquí. Le dí de comer y charlamos. Era feliz al verla.

Sonó mi móvil, y era mi madre, hasta ella se había enterado de que Marta estaba conmigo. Me dijo que su padre iba a buscarla.

Se acostó en el sofá y me pidió un abrazo, los dos juntos en ese sofá, nos besamos por primera vez.

Después se fué, y pasó mucho hasta que la volví a ver.

Al cabo de 2 semanas, volví a verla, pero ella no me vió. Esta vez recordé que tenía su número.
Registré todos mis contactos buscando su teléfono, y así volver a tener contacto con ella.
Le envié  un mensaje, y a partir de esa palabra, nuestra historia empezó.

Poco después nos reunimos en la puerta de su casa nos reunimos y mientras nos abrazados le hice la gran respuesta.

sí quiero!- contestó ella con gran alegría.

han pasado 5 meses dese ese día, y aun estoy junto a ella, nada nos ha separado.

Miles de historias rodean esta mundo, historias que merecen ser leídas, yo os traeré los diferentes romances que he podido observar y oír.

En la próxima parte veremos una historia de amor fatal, a pesar de las dificultades siguen juntos.