Capitulo Único.

541 85 41
                                    


Era su primera semana en aquel lugar y realmente se sentía sofocado con tantas personas llendo de aquí para allá, con el tiempo sobre ellos, viéndose obligados a correr para no llegar tarde a aquella reunión tan importante, para que su jefe no esté molesto o simplemente para no llegar tarde a clase.
Pero Jungkook, se sentía mareado, él también llevaba prisas. Había quedado con Jimin–Su pareja–Para verse en un pequeño restaurante.
Jungkook y Jimin eran novios desde hacía casi dos años, pero Jimin había viajado a París para seguir sus estudios, por lo que Jungkook se quedó en Seúl. Él sabía que después de que Jimin se fuera, a su regreso, su relación no sería igual. Pero aún así, no quiso arruinar el momento con el mayor, en su tiempo lo amó, si, muchísimo, pero ese amor se fue acabando con el paso del tiempo debido a la falta de este.

Cuando Jungkook estaba a punto de llegar, se dio cuenta que había una gran multitud de personas. Una GRAN multitud. Con personas alegres, risas por todos lados, bajo el sol, había felicidad brotando de miles de personas, disfrutando del momento. Se armó de valor y se encaminó dentro de ella.
Era como un gran vals parecido al de películas, en grandes castillos, donde todos los invitados lucían prendas elegantes.

Ahí se encontraba, sus pies simplemente se dejaban llevar a donde la multitud quisiera, se sentía tan ligero en ese lugar.

Y fue ahí donde lo vio.

Tenía bastante tiempo que lo veía ahí mismo, a la misma hora y con esa bonita expresión en el rostro, y claro que ese bonito chico no era su razón para perderse en la multitud. Al igual que él, estaba siendo empujado por la corriente de personas, Jungkook se detuvo a observarlo, el castaño notó su presencia y también lo vio, eran ellos, conectando sus miradas, ambos veían una galaxia en la mirada del otro incluso si la distancia era visiblemente notoria.
Unas pequeñas sonrisas escaparon de sus labios.

Pronto, la multitud volvió a hacer de las suyas, Jungkook buscó con la mirada a aquel castaño de sonrisa rectangular que lo dejó con intriga, su pie tropezó con algo y justo cuando estaba listo para sentir su cuerpo siendo estampado contra el piso, sintió unos fuertes brazos tomándolo de la cintura. Ahí estaba otra vez. Como si el destino quisiera verlos juntos.
Sus manos rozaron por unos segundos, que se les hicieron eternos. Las manos de Jungkook eran pequeñas, finas y delicadas, tenía una piel lechosa y muy suave. Las manos de Taehyung eran fuertes y grandes, pero seguían teniendo esa suavidad que las hacía acogedoras.

El mundo se había detenido, en ese momento, aquella bendita multitud dejó de existir.

Jungkook solo podía concentrarse en el suave agarre en su cintura y en esos ojos verdes que le veían con dulzura, como si fuera lo más hermoso que habían visto.

—Gracias —Los labios de Jungkook no dieron para más, no podía formular palabra alguna. Tenía las mejillas sonrojadas y sentía que podría desmayarse en cualquier momento.

—Êtes-vous d'accord, jolie? —Pregunto el castaño con una sonrisa, si bien, Jungkook a duras penas y sabía defenderse en el inglés, ¿cómo esperaba que supiera francés?

Sin darse cuenta y antes de que Jungkook pudiera responder, los pies de ambos, empezaron a moverse, sin dejar de tomarse de las manos, comenzaron a ser arrastrados por la multitud haciendo que sus cuerpos se hicieran uno.
Iban riendo, alegres por estar juntos, disfrutaban tenerse para el otro.

Cuando sus manos se separaron, Jungkook sintió un vacío dentro de si.

Se había enamorado de un desconocido dentro de la multitud.























Llegó a donde se suponía se encontraría con Jimin y ahí estaba. Se veía igual de tierno que siempre, pequeño, fino, delgado y alegre.
Lo había extrañado, de eso no había duda. Sonrió al verlo y Jimin lo hizo de igual manera; se abrazaron por un corto periodo de tiempo y entraron al lugar.

la foule ; taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora