Capítulo 33

734 25 0
                                    

CAMILA POV.

La cabaña de los abuelos de Lauren siempre fue muy acogedora aunque ahora tenía un ambiente diferente y me gustaba porque Lauren me pidió que fuera su esposa aquí en este lugar hace años por eso me traía bastantes recuerdos y quisiera seguir recreándolos junto a mi ahora novia.

—Llegamos —mi novia paró el auto y se bajó para abrir mi puerta y después para sacar a Karla.

—Wow mami, ¿Dónde estamos?

—Es la casa de mis abuelos amor, vamos —Lauren tomó la mano de Karla y después tomó la mía entrelazando nuestros dedos. Cuando entramos había unas cuantas personas, supuse que eran tíos y amigos de los padres de Lauren. Pasamos hasta la sala donde se recibían los regalos y Lauren dejó una caja grande en color gris y con una nota de "felicidades papá" lo habíamos comprado ayer que salimos. Y justo en donde estaba la cocina, la mamá de Lauren salió y nos miró a ambas.

—Lolo —se acercó a abrazarla— que bueno que pudiste venir mi vida.

—Sí mamá, sé que no hemos hablado desde hace mucho y...—Lauren me miró pasando su cabello a un lado— bueno mamá, tú ya conoces a Camila y sabes que siempre ha sido la mujer de mi vida —me miró y tomó mi mano besando el torso de esta —Camila y yo estamos juntas de nuevo mamá — Ambas nos miramos a los ojos y juro que el amor que sentía por ella se me saldría del pecho y explotaría en cualquier momento, quería besarla pero estábamos frente a su madre que nos miraba con la boca abierta.

—Camila ven aquí —Oh no, creo que debería irme —

—Dígame, señora Jauregui —me moría de nervios pero tenía que mantener la postura ante ella.

—Sé que antes amaste a mi hija y que aunque no entiendo sus motivos por el cual se separaron, tampoco entiendo por qué están de nuevo juntas aunque es algo que respeto —la miré pero mi cara no tenía ninguna expresión—y me alegra que lo estén intentando otra vez, no me voy a oponer a esto, hija —me abrazó y Lauren se unió a nuestro abrazo.

—¿Y esta hermosura quién es? —le habló a Karla mientras mi pequeña nos miraba con curiosidad y quien estaba en los brazos de Lauren.

—Me llamo Kadla—Lauren sonrió, seguro recordó cuando las primeras veces así le dijo que se llamaba.

—Es mi hija—la boca de Clara se abrió sorprendida.

—Estás muy bonita ¿puedo cargarte?—Karla se escondió en el cuello de Lauren.

—Puedes ir bebé, no pasa nada—mi hija se salió de su escondite y fue hasta los brazos de Clara.

—Pero si estás muy bonita, yo soy Clara la mamá de Lauren.

—Hola—mi hija sonrió y no pudo pronunciar su nombre por eso no le dijo nada más.

—Es una ternura, Camila—Lauren me abrazó por la cintura y me dio un beso en la mejilla, Karla nos vio y tapó su boca con ambas manos.

—¿Por qué nadie me ha invitado a conocer a esta pequeñita? —la voz del padre de Lauren nos hizo separarnos.

—Papá feliz cumpleaños —Lauren abrazó a su padre y después tomó mi mano—te presento a Camila nuevamente —ambas reímos pero él no—

— ¿Por qué siempre soy el último en enterarme que ustedes están juntas?

—Lo siento papá pero lo importante es que sepas que estamos juntas de nuevo y que no pienso dejarla otra vez.

—Ay mi Lolo, siempre supe que Camila es tu complemento como tu mamá lo es conmigo —Mike tomó a Clara de la cintura y le dio un tierno y corto beso en los labios.

—Sí papá, ella siempre ha sido la mujer que quiero —no pude resistir más sin besarla así que conecté mis labios con los suyos pero por muy poco tiempo.

—Tú también siempre has sido mi mujer —le dije y ella sonrió ampliamente mientas me abrazaba.

Después de eso fuimos con los hermanos de Lauren y con sus sobrinos, y es que ya hacia tanto tiempo que no se veían, así que duraron como diez minutos abrazados, les contó de nuestra relación y les hablé un poco de Karla. Agradecía al cielo que no preguntaran por el padre de Karla ni nada de eso porque en verdad no quería hablar de eso, en verdad no.

Las cosas marchaban demasiado bien para arruinar todo así. La fiesta ya había comenzado desde hace mucho así que la noche llegó por fin, había mucha comida mexicana, cervezas, y demasiado pastel. 

Karla tenía la boca manchada de betún y Lauren le pasaba una toallita húmeda por la cara. Todo había sido excelente y esperaba que siguiera así. Tanto se me fue le tiempo volando que no me di cuenta que ya pasaban las dos de la mañana y yo estaba con Karla entre mis brazos pues se había quedado completamente dormida y Lauren tenía un brazo por encima de mis hombros mientras hablábamos con sus padres.

—En fin chicos, me muero de sueño —dijo el papá de Lauren levantándose y ayudando a Clara a hacer lo mismo. 

—Sí, tenemos que descansar ha sido un día muy largo —dijo Clara.

—Sí Papá, Mamá que descansen —dijeron los tres Jauregui.

—Debemos irnos también, Karla ya se quedó dormida.

—Dámela, yo la cargo —se la pasé y Karla se movió un poco hasta que paso sus bracitos por el cuello de Lauren.

—Es increíble que vaya a decir esto pero Karla le da un ligero parecido a Lauren, Camila —dijo Taylor.

—Es cierto, se parece a Lauren cuando era bebé —dijo Chris con su hijo en brazos.

—Sí un poco, ¿nos vamos Lauren?—ella se levantó con Karla en brazos—nos vemos mañana chicos —se había quedado un poco perdida desde que habían dicho eso sus hermanos. Subimos hasta la habitación donde nos íbamos a quedar que era la antigua habitación de Lauren, sus cosas seguían intactas y sus paredes igual. Dejó a Karla sobre la cama y la cubrió con la sabana. 

Lauren estaba muy callada y normalmente eso era raro ya que siempre que llevaba a Karla, ella entrelaza sus manos con las mías o me daba besos en el cuello cuando íbamos de espaldas, o cosas así. 

Mierda, seguramente ya se enteró y me va a matar. Joder.

—Lauren, ¿estás...—no me dio tiempo de terminar mi pregunta porque ya tenía sus labios sobre los míos en un apasionado beso, sus manos apretaron mi trasero y juro que sentía demasiado bien. Me giró y quede apoyada en el buró y justo en frente del espejo donde podía ver a Lauren dejar lamidas en mi cuello y besándome la nuca. Apartó mi cabello e hizo con mi cuello lo que quiso. Su húmeda lengua pasaba por el lóbulo de mi oreja y no pude evitar gemir, pero recordé que Karla estaba ahí.

—No deberías gemir así, Camz —siguió besando justo el lugar sensible sobre mi cuello y a apretarme cada vez más fuerte el trasero. Bajó un poco mi falda pero la detuve.

—Amor.

—Ven conmigo.

Quizás me iba a matar pero de otra forma placentera.

Salimos de la habitación no sin antes dejar a Karla rodeada de mil almohadas para que no cayera y un monitor por si se despertaba y no nos encontraba. Me guío hasta la habitación que estaba al fondo casi para llegar al cuarto de lavado. Abrió la puerta y la vista daba al lago y como había luciérnagas se veía todo muy iluminado.

Me dio la vuelta y siguió besándome, pasé mis brazos alrededor de su cuello y ella me levantó para ponerme arriba del peinador que estaba ahí. Cerró la puerta con el brazo y siguió con sus manos sobre mi trasero. Bajó mi falda hasta mis tobillos y fue dejando besos por mis piernas, sacó la falda por completo y la arrojó al piso.

Yo ya no tenía dudas de ella y pensaba que ya era momento de demostrarnos todo nuestro amor y las ganas que habíamos aguantado desde hace tantos años que estuvimos juntas.

Así que esta noche no iba a hacerme la difícil porque lo deseaba tanto al igual que Lauren. 

Sólo esperaba que esta no fuera la primera y última vez.

Perfecta Casualidad (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora