Mi problema es amarte #2 [EN EDICIÓN]

Capítulo 10

Se supone que cualquier universitario está nervioso, ansioso, entusiasmado por su primer día de clases y esas eran mis expectativas a principio de este año, pero cosas extrañas me pasaron y mis prioridades cambiaron. Si no fuera por la energía de América, jamás hubiera caído que hoy es nuestro primer día en Stanford, mi amiga rubia se encargó de recordármelo un día entero lleno de mensajes de texto, de voz, con fotos y videos incluidos. "¿Qué voy a ponerme?". "¿Vamos del mismo color todas así nos trae suerte?". "¿Quieres que te pase a buscar?". "Definitivamente voy a ir cuarenta minutos antes para asegurarme de tener bien las aulas, no vaya a ser cosa que termine corriendo por los pasillos porque me perdí".

—Dime que tú también recibiste los mensajes —gruñe Delta apenas abro la puerta del copiloto. Por el bien de nuestra salud mental, decidimos que encontraremos a América en el campus. Amy quería estar temprano y aunque Delta es la persona más madrugadora del mundo, tiene planeado llevar una vida más relajada, sobre todo si tiene que prepararse para el equipo de voley de la universidad.

—Estoy a nada de poner el celular en modo avión. Ahora me está preguntando si es de muy nerd llevar lentes.

—La gente los usa porque no ve, no porque es inteligente —comenta Delta frunciendo su frente mientras se detiene en el semáforo.

—¡América ni siquiera necesita lentes! —bufo cuando mi amiga no reacciona. Me cubro mi cabeza con la capucha de mi sudadera y apoyo la frente en la ventanilla, todavía me duele la cabeza por el fin de semana. Escucho a Delta soltar un extenso suspiro mientras vuelve a conducir.

—Voy a decir algo que va a sonar muy mal porque se supone que soy feminista y estas cosas van encontra de mis principios, ¡pero América necesita un novio urgente! —suelta frustrada cuando su celular recibe otro mensaje de Amy—. O al menos un muchacho al que pueda hincarle el diente cuando esté aburrida. La quiero, pero si va a estar así de intensa todo el semestre la asesinaré.

—Necesita un spa, no un hombre. Todas lo necesitamos —suelto recordando mi mala noche en la fiesta y mi posterior malhumor el resto del fin de semana. Esquivé a Nick por dos días y esta mañana me levanté temprano para no cruzarlo.

~.~

Alessia Brambilla. Sé que esa mujer esconde algo malo. No confío en la gente que es toda sonrisas y palabras dulces, y ella estuvo toda la fiesta así. Se metió a todos en el bolsillo y sé que nada de lo que haga ahora, hará que Stevens me vea como la esposa de Nick. Para él soy un bichito que se metió en la relación entre Alessia y Nick, como si fuera culpa mía que ellos ahora no estén juntos. Me mira de manera insignificante y aunque Roger Newman confíe en mí, Alessia se va a encargar de tenerlos comiendo de la palma de su mano.

—¿Hall? —escucho que preguntan mi apellido a lo lejos, pero mi cabeza todavía sigue recordando la fiesta. Cada gesto, cada mirada silenciosa que se echaban Nick y Alessia, como si el fuego nunca se hubiera apagado entre ellos.

Aprieto el lápiz con mucha fuerza, a tal punto que lo rompo a la mitad y es que la idea de Nick y Alessia juntos me saca de quicio, no por celos porque sé que no lo son, sino porque ella puede romperle el corazón otra vez. Nick no se merece que le vuelvan a romper el corazón y menos una viuda negra con patas largas.

—¡Señorita Hall! —grita el profesor y entonces levanto la cabeza lentamente para encontrarme con la mirada furiosa del profesor. Todos mis compañeros me están mirando. La clase se ha interrumpido—. Veo que le interesa mucho esta cátedra. ¿Me puede explicar por qué anotó? ¿Para estar todo el día semi dormida? —pregunta fastidiado. Después dirige la mirada a todos los alumnos—. Les recuerdo que mi cátedra es optativa, pero que sea optativa no quiere decir que la van a aprobar fácil. Una vez que están en mi lista de alumnos, esta materia la tienen que dar como una más, ¿se entendió?