Capítulo 17: SHIBUYA

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Chihiro.

Ayer había estado con Leon hasta tarde, al final fuimos a tener a mi casa, y ahí pasamos la noche.

Leon aun estaba dormido, yo me levante en silencio y me fui a la cocina, para así traer algo para comer después.

En la cocina me encontré con mi padre, estaba sentado leyendo el periódico y tomándose una taza de café, era algo típico en el.

- Buen día papa.

- Buen día Chihiro – me sonrió – ¿Leon sigue dormido?

- Si – asentí tomando una botella de jugo de la nevera.

- Oye Chihiro, ¿Leon y tu son? Ya sabes – me pregunto mi padre dejando el periódico sobre la mesa.

- ¿¡QUE!? NO COMO CREES – Negué rápidamente – solo somos amigos.

- Bueno, no estaba de mas preguntar – siguió – es que como ahora están juntos siempre.

- Si solo somos amigos – asentí – a Leon le gusta alguien más.

- Ya, porque si no estarían juntos – siguió mi padre sonriendo.

- NO, CLARO QUE NO – volví a negar rápidamente.

- Solo juego contigo Chihiro – rió – en fin, mejor te llevas ese jugo antes de que se caliente.

- También me llevare estas galletas – dije tomando el paquete de galletas del refri – vuelvo en un rato, estaremos arriba.

Subí y me entre a mi habitación, donde me encontré a Leon ya despierto.

- Buenos días Chihiro – me sonrió – Uuu galletas.

- Buenos días Leon – me senté en la cama y le pase el paquete de galletas – olvide traer vasos.

- Eso no importa, nos tomamos el jugo así y ya – Leon alzo los hombros comiendo dos galletas a la vez.

- Luego iremos a desayunar – le explique.

- ¿Qué esto no es el desayuno? – me pregunto comiendo otra galleta mas.

- No, es como una merienda, pero de la mañana, no sé, me provoco comer galletas.

- Bueno, a mi me encantan, mejor agarra antes de que se termine la bolsa – Leon sonrió.

Reí y tome una galleta, de verdad estaban buenas, frías del refri, eran de chocolate con crema de naranja.

- ¿Cómo crees que les habrá ido a Kiyotaka y Mondo ayer? – me pregunto.

- Ni idea, luego de que escribieron que hablarían con el padre de Kiyo, no escribieron más, esos escriben dentro de un rato.

- Espero les haya ido bien – Leon tomo otra galleta – Ayer Mondo no se sacaba de la cabeza que el padre que Kiyotaka lo metería a prisión.

- No creo que eso haya pasado – reí – recuerdo esos nervios cuando le presente a Daisukenojo a mi padre...

- No podías conseguirte a alguien con un nombre más sencillo...

Fue hace un año, que todo el problema con Daisukenojo llego a su fin, era algo nostálgico todo, recordaba mas los buenos momentos que los malos, esos no me hacían falta.

- Fue hace un año que todo termino – solté.

- Un año... Espera un momento ¿Un año? – Leon estaba algo confundido – no me habías dicho el otro día que hace un año te gustaba Asahina, y que Hagakure te llamaba la atención desde hace años.

- Bueno, han sido años complicados – explique – cuando sucedió todo lo de Daisukenojo todo paso muy rápido, digamos que fue un amor fugaz, duramos al menos dos meses, después que terminamos, comencé a sentir algo por Asahina, ya que en ese tiempo me la pasaba mucho con ella, pero luego se me paso. Y lo de Hagakure, no lo tenía muy claro en ese entonces, solamente me hacia reír, pero ahora me gusta, de hecho hasta me parece... atractivo... - me sonroje un poco cuando dije esto último.

- Cada quien tiene sus gustos – Leon batió mi cabello – si no te importa que te pregunte ¿Qué fue de la vida de ese chico? ¿Lo has vuelto a ver?

...

- Daisukenojo... murió – suspire – unos días después que termináramos.

- ¿Qué? ¿Es joda no?

- No – negué con la cabeza – él... se suicido.

- ... - Leon no salía de su sorpresa.

- Yo sabía que tenía problemas en casa, su padre es Alcohólico – seguí relatando con tristeza – el siempre decía que la vida no era solamente sufrir, que algún día llegaría a ser alguien, se mudaría de casa, tendría su casa propia, y que estaríamos juntos siempre... luego comenzó a cambiar, su característica sonrisa desapareció, se volvió distante y luego lo encontré besándose con una chica, y eso fue todo, terminamos ese mismo día, y aunque me haya dicho que era lo mejor, ya que su peor error fue conocerme, recuerdo que lo decía de una manera que pareciera falsa, sus mirada se veía dolida.

- ...

- Días después, me entere que se había suicidado, se lanzo al mar y murió, se ahogo el mismo amarrando su pie a una ancla del barco de su madre, nunca se supo porque lo hizo ya que en su carta solo dejo unas pocas palabras "Si todo tiene que terminar, prefiero que sea en el lugar que más me gusta en el mundo, el mar, todas las consecuencias de mis errores me llevaron a este momento, de nada me sirve la vida si ya la vida misma me abandono, por eso, me despido de todos ustedes." – Termine de relatar.

- Oye, pero por lo que dejo, ¿no crees que...? – Leon paro antes de terminar la pregunta.

- Lo sé, también lo he pensado, y aunque nunca lo sabré, siento que así es – suspire – siento que lo abandone cuando más me necesito.

- No te culpes por eso – siguió Leon – cada quien toma las decisiones que quiere, no creo que haya sido tu culpa, bueno, cuando se refería a la vida podía referirse a muchas cosas ¿No?

- También – asentí - no teníamos mucho tiempo de conocernos, así que había cosas que no sabía de él.

- Bueno, tienes toda una historia – hablo Leon tomando otra galleta nuevamente – Incluso me están entrando ganas de componer algo.

- Por eso también, solo me quedo con los buenos momentos – seguí – es todo lo que nos queda al final.

- Eso fue demasiado en muy poco tiempo – Leon termino de levantarse – no la tuviste fácil.

- Tu tampoco – le asegure.

- Si pero, no es para tanto, mis padres se divorciaron hace mas de 15 años, vivo con mi madre, visito a mi padre de vez en cuando, pero igual siempre nos escribimos, eso es lo que digo – Leon me observo – lo más trágico que me ha pasado es que Naegi está enamorado de alguien más.

- Pero todo igual cuenta, son tus sentimientos a fin de cuentas – le explique – cada experiencia que tengas te deja algo de lo que aprender.

- Definitivamente sabes más de lo que parece – Leon sonrió – Incluso me siento como un tonto.

Tome la ultima galleta que quedaba, luego nos tomamos el jugo, y después nos fuimos abajo a desayunar.

- Oye Leon, ¿Qué te dijo tu madre del viaje a Shibuya?

- Le pareció bien, así puedo ir donde mi padre.

- No sabía que tu padre viviera por aquellos lados – me sorprendí un poco.

- Si, tiene al menos dos años allá, trabaja en una gran compañía – me explico – aunque ahora no recuerdo el nombre, es complicado.

- Entiendo, bueno a mi padre le pareció bien, ya que no andamos mucho de viaje, y lo bueno es que antes del viaje cumplo la mayoría de edad...

Mi teléfono vibro en la mesa, al igual que el de Leon.

Era un mensaje de Kiyotaka.

THE MOMENT WHEN TENSION BREAKS『ISHIMONDO』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora