Las manecillas del reloj era lo único que hacia eco en aquella silenciosa habitacione.
—ya debo irme— dijo el pelinegro por fin. —mi esposa y mis hijos me esperan para cenar— comunicó acomodando su saco y pantalón.
El pequeño rubio solo miró como el mayor tomaba sus cosas y salía a toda prisa de allí, como si no acabarán de hacer el amor, como si el solo fuera un juguete para la satisfacción de él; como si no importara lo solo y vacío que se sentía después de aquello.
•••
Park JiMin tiene 23 años y cursa el último año de la Academia de Bellas Artes de Seoul, su belleza natural destacaba sin duda dentro de aquel concurrido instituto, convirtiéndolo en el chico más lindo y deseado del lugar. La noticia sobre su sexualidad había corrido como agua dentro de la instalaciones hace un año exactamente, aunque no faltaba una que otra mujer que decía que “volvería hombre” al peli rubio; a pesar de eso, era una persona tranquila, concentrado completamente en sus estudios le hacia demasiada ilusión poder recibirse con honores y llegar a ser una gran profesional. Amaba el arte, lo sentía en todo su cuerpo, y con la ayuda de sus adinerados padres pudo enfocarse solo en hacer lo que quería.
Su mejor amiga desde los cuatro años se llamaba Kim SoHyun, una castaña un poco desvergonzada que daba luz a sus días, era la principal incitadora de los problemas en los que se metían.
En secundaria se les unió TaeHyung, un chico altanero con un humor bastante peculiar. Al igual que ellos, no tenía pelos en la lengua y era bastante directo, lo que se resumía en ser solo un trío, sin más amigos debido a las hirientes palabras que eran capaz de soltar cuando algo les parecía mal.
Min YoonGi era profesor de composición y lírica, tenía 32 años; era conocido por ser estricto y muy enfocado en su trabajo. Debido a su asignatura enseñaba en todos los años, dependiendo del nivel de avance de los alumnos.
Era profesor de JiMin y sus amigos desde primer año, y aún así no se acostumbraba a la conducta de los compañeros del rubio.
Estaba casado con una profesora en comunicación retirada, ya que había abandonado su trabajo cuando decidieron que los niños serían un gran avance en la vida, habían adoptado gemelos, ya que la esposa del pelinegro no podía concebir.Su próxima clase era dentro de unos minutos, aun así una cabellera rubia se asomó por la puerta. Al entrar por completo tomó asiento frente a él con un pequeño sonrojo.
—Profesor, usted me gusta— pronunciaron aquellos carnosos y rosados labios, su lengua se pasó por ellos después de lo dicho. —¿No dirá nada?— preguntó incrédulo.
—¿debería?— cuestionó con su grave voz a lo que el menor asintió. —Bien. Escucha, no soy tu profesor por nada ¿comprendes? Estoy aquí para enseñarte y... ¿Qué haces?— preguntó siguiendo con la mirada atentamente a los movimientos de JiMin.
El chico se levantó y caminó tranquilamente hasta posicionarse sobre los muslos de su profesor. —si no me das lo que quiero...— habló con un tono seductoramente tranquilo —voy a denunciarte— afirmó
-Cinthya
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Mascota del profesor (Yoonmin) (+18)
Фанфик-¿que soy especial?- preguntó con amargura -Entoces ¿porqué me esconde?- exclamó con lágrimas en sus ojos Las palabras no servían en este momento en el que JiMin solo quería tirar todo y gritar a los cuatro vientos que se amaban. Pero.. como hacerlo...