—¿Vas a estar callada todo el camino, muayaya? —me dice en su tono característico un par de minutos después de arrancar el coche. No puedo evitar sonreír al oír esa palabra pero me sigo haciendo la dura y no le respondo.
—Al menos dime dónde vives para que te lleve, o si quieres te llevo a mi casa… —sigue hablando, mirándome y levantando las cejas en un gesto muy divertido.
—Anda idiota, mira a la carretera que nos estrellamos. —le respondo para luego añadir mi dirección.
La tensión que hay dentro del coche en este momento podría cortarse con un cuchillo. Yo no me atrevo a decirle nada porque probablemente soy su mayor fan y no quiero quedar como una puta loca, y ni siquiera delante de él voy a perder ni una pizca de dignidad. Rubén conduce en silencio, supongo que no dice nada porque se acaba de dar cuenta de que esta subido en el coche de una desconocida. Después de un par de kilómetros acercándonos a la ciudad, es él el que por fin decide romper el hielo encendiendo la radio en la que tengo puesta una cadena de música de los 80, donde ahora suena Personal Jesus.
—¿De verdad? ¿Música antigua? Oh dios mío, ¡voy en el coche de una hortera! —me dice. Gesticula mucho con las manos mientras habla, por lo que suelta el volante mientras me grita. No me gusta demasiado que alguien tenga tan poco cuidado conduciendo mi amado coche así que le cojo su mano derecha y la pego al volante de nuevo. Él se sorprende y sonríe, no sé si por el hecho de obligarle a conducir bien o por que ha notado que al contacto con su mano me he estremecido y se me ha puesto el corazón a mil por hora. ¿Qué cojones espera? Es mi puto ídolo, es lógico que se me esté a punto de salir la arteria aorta del pecho, ¿no? Después de este desliz personal por mi parte, Rubén cambia de emisora hasta que encuentra de dubstep que por fin es de su agrado, y para qué negarlo, también del mío. Me gusta la música de épocas pasadas, sí, pero algo moderno nunca viene mal.
Empiezo a tararear muy flojito las canciones que van sonando, hasta que oigo que a mi lado, Rubén empieza tararear también un poquito más alto. No sé en qué punto del trayecto a pasado, pero hace ya dos canciones que estamos los dos cantando a pleno pulmón al ritmo de la música. Unas 4 canciones cantando y gritando después, el coche frena a la vez que ambos callamos. Estamos delante del portal de mi apartamento, vivo en una calle bastante conocida en el centro, así que no me extraña que la haya encontrado fácilmente. Tengo muchísimas ganas de mudarme ya al piso nuevo. Sin decir nada, me desabrocho el cinturón para bajar, cuando soy consciente de que estoy en mi coche y que el que tendría que bajar es él.
—Perdona Rubén pero… es mi puto coche. —le digo con cara de mala leche, aunque en realidad me estoy divirtiendo bastante.
—Ya lo sé, pero yo había ido a la discoteca con el coche de Mangel, y vivo a unos 20 minutos en coche de aquí. No puedes dejar que un tío tan sexy como yo se quede tirado en la calle. —me responde con una pose provocativa que me hace reir.
—¿Y qué propones, genio? Porque este es mi coche.
—Pues mi idea es que tú, chica Star Wars, me dejes llevarme el coche para poder llegar a salvo a mi casa. Mañana me paso y te lo devuelvo.
—No voy a dejar que te lleves mi coche. ¡No te conozco!
—Oh vamos Nora, ambos sabemos que si me conoces, estimada criaturita.
—No soy fan tuya —le respondo mirándole muy fijamente. No pienso dejar que sepa que me muero por sus huesos. Por encima de mi cadáver.
—Muyaya, ambos sabemos que eso no es verdad.
—Me da igual, no te dejo mi coche. —le digo, enfadada por que sepa que le adoro aunque muriéndome de amor porque me haya recordado.
—Anda, dame tu número y mañana me paso a devolverte el coche. —insiste él, cambiando su tono de voz a uno más grave y sexy que hace que me derrita. ¡Aguanta Nora joder, no eres una moja-bragas! Entre refunfuños, le dicto mi número de teléfono y abro la puerta del Audi. Me cuelgo el bolso al hombro y cierro la puerta de un golpe. No he dado ni dos pasos cuando Rubén me grita.
—Buenas noches Nora, y bonita espalda. —me dice guiñándome un ojo, para luego arrancar el coche y salir despedido por las calles con mi recientemente perdido Audi. No entiendo lo de la espalda hasta que recuerdo que había salido con un vestido con la espalda transparente para intentar ligar. He salido para llevarme un tío a la cama y lo único que he conseguido ha sido perder un coche. Bien echo Nora. Aunque claro, el coche se lo ha llevado mi amor platónico, he conocido a dos de mis mayores ídolos y mañana vuelvo a ver a Rubén. Quizás no ha sido tan mala noche.
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Siento muuuuuuuuuuuucho no haber subido antes, pero estoy con los examenes hasta el cuello y no he sacado tiempo ni para abrir el ordenador. He conseguido un ratito para actualizar pero...¡Si supendo Física caerá sobre vuestra conciencia! Difrutad del episodio, comentad, votad y recomendadlo si os a gustado.
Muchos besos, abrazos y ornitorrincos para todos. <3
-Pea.
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Tu tan de Ron y yo tan de Vodka. [Rubius]
FanficNora tenía una vida bastante normal, quizás no del todo habitual por la importancia de su familia y la fama de su hermano, aunque sí con una rutina muy corriente, peró entonces conoció a Rubén y sus amigos y todo cambió. Y es que aquel chico que hab...