MARIANA

431 1 0
                                    

Como la lluvia de enero rociando el invierno, fría breve y hojas secas volando por el suelo, sintiéndome relegado, sin vida, sin ánimos de vivirla.

Llegaste con la neblina transparente, parecido a un fantasma.
Y bajo está helada que a todos nos acaba, me llegó el sol a través de tu cara y el calor se ofreció en tu boca de corazón.

Así te recuerdo cuando en medio día de mi festejo te tome una fotografía.

¡Me dijiste hola!
¿Porque la tristeza? ¿Porque la congoja?
Me encogí de hombros y te miré largamente pensando que te equivocabas de hombre.

¿Te conozco?
¡Pregunte!
¡No lo creo!
Siempre caminas con la mirada perdida y la cabeza baja y siempre te sientas en la misma banca.
A fumar y ver esfumarse el mundo en sueños imposibles.

Pero hoy que hacía frío y verte vestido tan elegante me decidí y te hablé
¿En qué piensas?
¿A quién le llamas en la lejanía?
¡Que no se acerca y no te ama!
¿Es alguien que tienes escondido o un amor se ha perdido?

No te dije nada simplemente caminamos por el parque y te hable de mares, de flores caídas en el césped, de estrellas que estallan en el infinito y se convierten en polvo de hadas, de una luna que venía en 10 de enero, por eso me encontraste vestido con esmero.

La luna de lobo la primera del año la que espere con tanto anheló, porque hoy los lobos tienen hambre y en sus correrías, en sus fechorías quieren sangre. Te quedaste con la mirada fija sin entender lo que decía y comprendí que la boca debía cerrar y el amor debía guardar.

Y vi tus ojos grandes universos, brillantes como dos hermosos besos cuando me miraban.

¿Quién eres que a mi vida entras sin tocar la puerta?
Y haces que olvide ¿Porque estaba ausente? Esperando una llamada desde que apareció la mañana y que jamás llegó.

Alborotando tu pelo rojo me tomaste de la mano me dijiste.

¿De qué color son tus ojos?

¡Café!

Invítame a tomarlo y cada vez que me tomé uno me acordaré de ti.

Asentí con gusto y te lleve a pasear a comer y a brindar con un café por haberme elegido y festejar un año de mi vida.

Pero los días han pasado y ya estamos en febrero y el frío aún no se va del todo y el amor que te ha nacido a cada instante ha crecido.

Me invaden preguntas que constante haces.

¿A quién le guardas tu amor?
Qué hace que no me entregues tu corazón. ¿Porque? Tus labios apenas se posan en los míos.
¡Esos no son besos!
Son lamidas de un lobo hambriento, para eso si me necesitas, para comerme y dejarme fría e inerme.
¿Porque? Detienes un te amo, un te quiero, ¿Porque? No me miras de frente.

¿Porque? No me sientas a tu lado esperando también la muerte, porque estar así, sin tenerte, es como estar ausente.

12 de febrero 20 8:56 PM

León

Mariana disculpame si te duele lo que mi vida hace, pero no te vallas.

Cachitos De Mi CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora