Menos de 24 horas falta para que el reloj anuncie las 12:00 de la noche y, junto a ello, llega un nuevo día: el tan esperado 14 de febrero. Diferentes reacciones se dibujan en torno a esta fecha.
Hay quienes celebran este día por todo lo alto con su pareja. Le declaran entonces su amor eterno entre cálidas risas, emotivos llantos y apasionados besos.
Otros, en cambio, se rehúsan a celebrar el místico número. Su corazón, frío y destrozado por las desavenencias amorosas del pasado, encuentra refugio en otros placeres de la vida: alcohol, sexo, comida, música, baile, canto.
Hay quienes derrochan una suma significativa de dinero en costosos regalos para obsequiárselos a su pareja, pero sólo lo hacen por compromiso, costumbre o tradición; no porque realmente su corazón les dicte a ello.
Existen individuos que, por decisión propia o por no ser correspondidos en su afán de amar, continúan con su diaria rutina. Otros, a pesar de su soltería, festejan con sus amigos o seres más cercanos; al fin y al cabo, es el día del amor, y este concepto no sólo engloba animales de peluche rosados, y cajas de chocolate en forma de corazón; sino complicidad, cercanía, disfrute.
Y luego estoy yo, que no pertenezco a ninguna de las categorías anteriormente expuestas; sino que, soy la suma de cada una de ellas. Puede incluso, hasta sonar contradictorio, pero es mi realidad.
Creo en el amor, y lo defiendo a capa y espada. Por su causa, he reído intensamente junto con las personas que amo; pero también he derramado lágrimas de dolor por las mismas personas. Por su causa, me he desvelado en la madrugada con tal de textearle a ese chico especial que hace que mi corazón palpite de alegría; pero también he estado despierta toda la madrugada con lágrimas aldededor de mis ojitos por un amor no correspondido o una desilusión amorosa. Por su causa, he tomado buenas decisiones y otras no tanto.
Por lo pronto, sé que el 14 es sólo una fecha en el calendario tal como otra cualquiera. Y sí, está bien celebrarlo, pero que sea por las razones correctas.
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El místico 14 de febrero
Short StoryToda fecha encierra en sí misma, alegría y dolor. Todo depende de cómo queramos celebrarla ...