Temprano por la mañana, una pequeña piedra golpeó la frente de Elizabeth, dormida tan despreocupadamente como era posible. La pelirosa abrió los ojos y encontró a Shen en el suelo comiendo un pedazo de pan.
—¿Fue suficiente? —preguntó el dragón.
—Tengo que ir al baño.
Shen exhaló y dejó libre a la joven, sin perder tiempo, ella entró a la casa y se dirigió al baño tan rápido que no notó a Natsu durmiendo en el sillón de camino.
Unos minutos después, Lucy bajó por la escalera y asomó ligeramente la cabeza hacia la cocina y observó a Shen preparar el desayuno. La rubia creyó estar viendo a un cheff profesional al ver como Shen novia los utensilios con maestría.
—¿Podrías pasarme la mantequilla? —preguntó el dragón sin perder concentración.
—S-si —respondió la rubia creyendo no haber sido descubierta.
—¡Mira, mira Lucy! —dijo Happy sentado al lado del fregadero junto a Apple y Snow. Preparó un pescado especial para nosotros.
—Si, eso veo.
—Casi está listo. ¿Te importaría colocar los platos?
—C-claro.
La rubia ayudó a Shen con los preparativos finales sin preguntar el por qué estaba tan raro ese día. Natsu se levantó medio dormido sólo de olfatear aquel tentativo aroma, caminó hasta la mesa, tomó asiento y tomó los cubiertos, todo sin abrir los ojos. Elizabeth regresó y al igual que su madre, observó a Shen en silencio, manteniendo la distancia en todo momento.
—¿Pasa algo? —preguntó Shen al verla.
—Nada.
Todos tomaron asiento y empezaron con el desayuno, ninguno decía absolutamente nada, ni una palabra, sólo el sonido de los cubiertos chocando contra los platos.
—Entonces... —dijo Lucy dudosa. ¿A qué hora parten mañana?
El rostro adormilado y despreocupado de Natsu cambio de inmediato, tomó un sorbo de café y habló.
—Saldremos al medio día.
—¿Cuánto tiempo les tomará volver? —preguntó Elizabeth.
Natsu no supo responder y dirigió su mirada a Shen, el dragón continuó con su comida casi ignorando a la pelirosa.
—No lo sé. Semanas, quizá meses.
—Y-ya veo —contestó Lucy.
Cuando Shen terminó su comida, se levantó de la mesa, recogió su plato y subió a su habitación sin decir nada. Elizabeth lo observó preocupada y luego asintió. Una vez terminó toda la familia, Lucy recogió la mesa y Elizabeth se dispuso a ayudar con los platos sucios.
—El día de hoy no tienes que hacer nada —dijo Natsu al verla dirigirse a la cocina. Yo ayudaré a tu madre con los platos.
—¿Seguro papá? No eres el más cuidadoso.
—Estaré bien —Natsu entró a la cocina dejando a Elizabeth sola.
—¡¡NATSU, TEN CUIDADO CON LOS PLATOS!! —se escuchó gritar a Lucy luego de un crujido dentro de la cocina.
Elizabeth sonrió y luego dio media vuelta, detrás suyo ya se encontraba Shen, perfectamente arreglado y listo para salir.
—¡Tienes veinte minutos! —dijo él.
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Fairy Tail: Valhalla
Fiksi PenggemarEl final de una historia siempre es el comienzo de otra. Después del rey dragón y el mago negro, nuevos y poderosos enemigos se aproximan. Héroes legendarios, grandes reyes dragón y criaturas de pesadilla acechan desde las sombras a la nueva generac...