Capítulo 16

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Buscaba en el paisaje algo que lo entretuviera. Eren estaba al lado de una ventana lo bastante baja para poder ver a través de ella estando sentado a su lado. Daba suspiros de cansancio porque el día avanzaba con lentitud. Levi le dijo que vigilara, esperarían visitas, pero no era necesario, solo usó una excusa para mantenerlo ocupado.

Su mente en ocasiones lo sacaba de su tarea, recordándole lo sucedido esa mañana. No entendía como había acabado rogando por los besos de alguien como él. Hace unos meses pensaría en esa idea como una repugnante y asquerosa, no sabía porque que lo había hecho cambiar. Sin embargo ahora también se lo lamentaba, no imaginaba que era Levi capaz de hacer para cobrar lo ocurrido.

Miró su muñeca, estaba aún roja, aunque las marcas eran menos visibles, pero incluso pequeños movimientos le causaban dolor. No podía enojarse por ahora sufrir estas consecuencias, fue culpa suya por actuar con imprudencia.

De repente un sonido inusual llegó hasta sus oídos. Escuchaba el galopar de los caballos cada vez más fuerte hasta por fin ver el origen de esto.

–Levi, alguien está aquí.– Llamó desde donde estaba.

El pelinegro desde la cocina lo escuchó y fue directo con el menor, se fijó con discreción por la ventana para comprobar de quien se trataba, y tal como esperaba, eran sus invitados. Abrió la puerta y caminó hasta uno de los caballos, este al mando de una chica de cabellos oscuros que de inmediato bajó.

Levi desde su lugar le hizo una seña a Eren para que le acompañara y este de inmediato obedeció.

–Puedes confiar en ella, no te preocupes.– Aclaró al ver la actitud del menor.

–Soy Ymir, general del ejército de Geschite.– Le extendió su mano y Eren la estrechó.

Hasta ahora no había nadie más que Levi para hacerle compañía, le era difícil entender que habían otros en quien también podía confiar. Además se trataba de una desconocida, no sabía sus intenciones ¿Por qué ahora se aparecía ahí?

Ymir fue hasta el carruaje y abrió la cerradura que lo mantenía protegido. Murmuró alguna frase al interior, pero ninguno de los presentes pudo ser capaz de escuchar lo dicho. Eren mantenía su mirada fija en la escena. Finalmente se dejó ver una chica más baja, sus manos estaban atadas y se mantenía sería en todo momento, su cabello era rubio y despeinado, además su rostro tenía algunas manchas de suciedad. La general la tomó de su brazo y la obligó a caminar.

–Te presento a Annie Leonhart, ex miembro del ejército enemigo. Pelearás con ella, Eren Jaeger.– Una sonrisa se asomó en el rostro de la morena, como si la idea le divirtiera.

Eren volteó a ver a Levi, buscaba en él una explicación, mientras tanto las dos chicas se adelantaban en el camino hasta entrar a la cabaña.

–¿Por qué?– Pronunció tales palabras que fueron llevadas por el vientos entre un suspiro. No evitaría la lucha mencionada, pero al menos quería una explicación.

–Queremos verte hacerlo. Si pierdes entonces serás castigado.– Esto último fue mencionado como una amenaza.

Eren lo aceptó, no se negaría a lo ordenado por su superior, tampoco lo decepcionaría y mucho menos quería ser castigado. Lucharía contra esa mujer y acabaría con ella.

Caminaron por uno de los pasillos que el príncipe aun desconocía dentro de la cabaña. Llegaron hasta una habitación espaciosa, pero vacía, solo acompañada de eco que con el mínimo sonido ocurría tal efecto. Ymir esperó a que ambos entraran y cerró la puerta de esta. Levi se recostó a la pared y se cruzó de brazos escuchando a la morena hablar, y que al terminar dejaría en libertad las manos de Annie.

Leonhart parecía lista para una pelea, mientras que Eren apenas comprendía la situación. El primer golpe lo dio la rubia sin que el contrario tuviera oportunidad de esquivarlo, el siguiente movimiento fue también de la chica. Pronto el príncipe sería derrotado.

Menos de quince minutos en batalla fueron necesario para dejar tumbado a Eren en el suelo. Annie se detuvo y se dirigió a Ymir.

–Terminé.

Ymir se volteó a Levi, ambos miraban con repudio a la chica frente a ellos.

–Empieza a entrenarlo.– Sugirió la chica en lo que se alejaba de él. Estando de regreso con Annie volvió a amarrar sus manos y le ordenó sentarse, Leonhart pocas veces obedecía órdenes, pero esta vez era distinto, su vida estaba en juego.

Levi en cambio llamó a Eren, que apenas tenía fuerzas para levantarse, pero se esforzó en ir con el más bajo tan pronto como pudo. Su cara sangraba de los golpes recibidos, además se tambaleaba en sus piernas, aunque a nadie parecía importarle su condición.

–Perdiste.

Ambos sabían lo que ahora pasaría, el mismo cuchillo fue puesto en la mejilla del castaño y cortó su piel. Eran ahora tres cicatrices con las que viviría hasta sus últimos días. La impotencia en Eren era enorme, pero no había nada que pudiera hacer, se culpaba por ser un idiota y no ganar la batalla.

Levi tomó la mano ajena y lo hizo extender su palma, sobre esta colocó el cuchillo antes usado y ahora cubierto de sangre.

–Ve a matarla.– Ordenó. –Corta su cuello.

Los ojos del menor se abrieron más de lo usual, miraba con sorpresa y temor. ¿Por qué tan repentina solicitud? Él no era un asesino...

–¿Por qué debo hacerlo yo?– Se veía asustado y no se esforzaba en disimularlo, pero a Levi poco le interesaba.

—Ella es mi enemiga, quiero que la acabes por mi.– Su mano libre la llevó a la mejilla aun limpia del menor, seria más sencillo convencerlo si le mostraba el cariño que necesitaba, aunque a Eren le bastaba con escuchar sus palabras, porque odiaba a los enemigos de Levi.

Jaeger empezó a caminar hacia la chica, esta estaba ahora sentada en una esquina de la habitación, no tardó en percatarse en que el contrario portaba un arma, pero sin importar cuanto luchara estaba inmóvil, Ymir se había encargado de esto.

–¡¿Qué estás haciendo?!– Empezó a gritar Annie con desesperación. –¡Aléjate! ¡Mentirosos! Dijeron que me liberarían si luchaba contra este chico.– Sus ojos se llenaban de lágrimas y sus quejas se escuchaban por toda la habitación.

Eren asustado por sus gritos empezó a dudar, pero era alentado a la vez por las palabras de Levi que se repetían en su cabeza. Debía hacerlo, si era un enemigo entonces seguro merecía morir.

–Serás liberada, morirás y no tendrás que ver el horrible destino que sufrirá tu país. Te liberamos de la guerra.– Hablaba Ymir, pero más bien parecía burlarse del sufrimiento ajeno.

–Levi.– Eren volteó a ver al mencionado, sus ojos estaban llorosos y además su rostro cubierto de sangre que ahora goteaba. –Si hago esto...–

–Es una orden, hazlo.– Interrumpió Levi, ocasionando que Ymir soltara una carcajada, pues no era un Ackerman quien acostumbraba a dar las órdenes.

Eren se agachó para quedar a la altura de la chica, estaba de rodillas y la tomó con fuerza de forma que su brazo rodeara su cuello. Si tenía a Levi en mente entonces le sería más fácil cumplir con su misión.

–No lo tomes personal, lo hago por él. Por favor perdóname.– Serían las últimas palabras escuchadas por Annie. Eren actuó con el cuchillo sobre el cuello ajeno y su cuerpo no tardó en caer al suelo.

Eren dejó caer el arma y sus lágrimas se volvieron más abundantes. Llamaba entre sollozos al pelinegro, pero este no se arriesgaría a ensuciarse con la sangre que lo rodeaba. Ymir observaba con asombro, pues nunca creyó que sería Jaeger quien acabaría con la vida de esta chica, desde un principio dudó de sus capacidades.

–Eren, deja de llorar, ella merecía morir. – La chica en cambio si decidió acercarse al menor. Tomó el cuchillo por precaución y lo lanzó lejos del castaño. –¿Qué más eres capaz de hacer por Levi?

Captive | Levi ˣ ErenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora