Un día quedamos unos amigos y yo a escalar como siempre la montaña, yo me separe del grupo antes de llegar por que tenía unas cosas que hacer y para cuando llegue al punto en que debíamos estar a las 5 de la tarde, no había nadie, me sentí decepcionado, siempre me hacían cosas así pero ese día en particular me lo tome personal.
Al final pensé, "ya estoy aquí, no voy a desperdiciar el enorme camino de llegada", entonces empecé a escalar sólo, como cualquier persona que tiene tiempo a solas me puse a meditar sobre todo lo que sucedió y si debía molestarme o sólo dejarlo pasar, pero antes de que pudiera dar una respuesta clara golpeó un viento que hacía parecer que la montaña se movería. No era mi primera vez en esa montaña así que busque una pequeña grieta que daba al interior de la montaña y la tome como refugió de lo que en ese momento pensaba que era sólo un viento temporal (pero de lo que no era consciente es que eso se convertiría en una de las tormentas de nieve más largas en la historia del pueblo).
Habían pasado 4 horas y la tormenta seguía, Sólo podía pensar, "seguro terminará antes al amanecer", eso decía cada vez que me sentía nervioso pero al llegar el amanecer la tormenta no parecía tener intenciones de césar. Y de un momento a otro lo noté, esos infelices sabían de la tormenta, la gente sabe que no revisó nunca el clima así que no le dijeron nada, se que siempre eran algo pesados pero esto era demasiado (en ese momento hice un juramento que jamás olvide), "juro en este momento por mi nombre que jamás volveré a estar con esos idiotas en mi vida si salgo de esta con vida".
(Y así pase mi primer día de nieve)