Las preguntas no dejaban de inundar mi cabeza. Saber el por qué de cada cosa que estábamos descubriendo me impacientaba y me ponía ansiosa al mismo tiempo.
Despertaba frecuentemente en la noche después de tener sueños raros y algunos que hacían que despertara sudando.
La mañana se hizo notar en mi habitación, por lo que me levanté de la cama y me preparé para seguir el día como los otros desde que Alicia murió, buscando ese por qué de lo que estaba pasando.
Me alisté y tomé mis cosas para buscar a Jadz, luego de ahí iríamos nuevamente al departamento de Alicia. Quizá no nos dimos cuenta estando ahí de algunas cosas, pero sabemos que debemos buscar cualquier detalle o información que nos ayude a resolver este rompecabezas.
Aunque ahora mismo teníamos un poco de información sobre el posible lugar en donde se encontraban los chicos/Dioses olímpicos, sin embargo aún me sentía perdida sobre toda la información que estábamos obteniendo, pero debía mantenerme positiva.
—Buenos días, Hezorgk— Me saluda mi castaño amigo subiendo al auto.
—Buenos días, tú— Lo saludo de vuelta.
—¿Qué es específicamente lo que vamos a buscar?—Pregunta leyendo algunos documentos que encontré la última vez que estuvimos ahí.
—Realmente no lo sé, pero cualquier cosa nos puede ayudar luego.
Jadz asiente en respuesta.
Luego de un rato llegamos a el lugar, bajamos del auto y subimos hacia el antiguo departamento de Alicia, el cual se supone, por ley, es mío, pero el hecho de estar aquí sabiendo que ella no está me da una mala sensación.
Con cuidado empezamos a buscar cosas que nos pudieran servir y que probablemente ignoramos la primera vez estando aquí.
—¿Tienes algo?— Pregunta Jadz luego de un rato.
Niego con la cabeza mientras reviso una de las bibliotecas.
—Creo que deberíamos buscar en la guarida— Señala el lugar en la pared.
—También lo creo— Concuerdo con él y me acerco a la pared, doy un pequeño golpe y sale el panel computarizado en donde introduzco la clave y este se abre ante nosotros.
Entramos y empezamos a registrar una vez más todo.
—Noah, mira esto— Jadz señala un pequeño estuche plateado.
Me acerco a él, Jadz lo toma y con mucho cuidado lo abre. De él sale una pequeña memoria.
—Guárdala, veremos que hay en ella en mi departamento— Le ordeno.
Pasada un poco más de una hora decidimos irnos del lugar.
Aparte de la memoria también había tomado otros documentos que quizá podían servir. Salimos rápidamente del departamento y tomamos el ascensor.
—Eso fue fácil— Dice Jadz satisfecho por la búsqueda y haber encontrado algo que quizá iba a servir.
—Es muy temprano para cantar victoria— Le digo y este rueda los ojos.
Caminamos hacia el auto cuando lo escucho; un sonido ensordecedor hace que todos los autos del lugar activen la alarma.
Volteo alerta en todas las direcciones buscando de qué se trata.
Hombres vestidos completamente de negro se hacen presentes en mi campo de visión, veo las armas que traen todos y el caos se desata.
Los disparos es todas las direcciones resuenan todos juntos. Me cubro detrás de uno de los autos que tengo cerca, al mismo tiempo busco con la mirada a Jadz.
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N O A H
ActionNoah Herzogk la última de su familia, la que posee el último cristal de la oscuridad. Hará todo lo que esté a su alcance y más que eso para que no caiga en manos equivocadas, y poder conseguir el libro de la oscuridad para darle fin a la maldición...