»En un habitad donde reinaba la tiranía, la venganza y el odio. La pequeña lechuza Izuku, junto a su familia soñaban con qué los guardianes que tanto hablaban, vinieran a su rescate lo más rápido posible, pero este sueño tonto se fue desvaneciendo p...
«Déjate guiar por el universo,el te indicará el camino»
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Entonces ya deberíamos partir!—Dándose la vuelta para desplegar sus alas aunque Denki lo detiene al instante.
—¡Espera niño,no vamos a ir a ningún lado todavía! Nisiquiera eres capaz de extender tus enormes alas, si no lo dominas nunca llegarás a tu meta de esa forma.Y yo...no me siento aún preparando, no podemos arriesgarnos de esta manera.—Suspira.
Estaba un poco triste por como se sentía su amigo, pero por otro lado podía entender los motivos.Sabía que no tenía mucho tiempo,pero algo si tenía claro, y era hacer todo lo posible para obtener lo que realmente quería.
—Entiendo Denki..no pasa nada pero podemos ir cuando te sientas preparado y cuando yo pueda acostumbrarme a esto.—Apoyando un ala en su hombro.
—Gracias por comprenderlo.—sonriendo por el gesto del puntos verde.
Luego de ese momento, los siguientes días fueron más pesados, no solo por la cantidad de cosas que tenían que hacer, sino los entrenamientos de izuku,no estaba tan acostumbrado,entonces debía adaptarse a todo lo nuevo de manera brusca para tener su beneficio. Hasta ahora todo su esfuerzo y dedicación sirvieron demasiado, podía extender sus alas, cazar y pelear cuando sea necesario.Por otro lado Denki tomo la decisión de ir con el, sus otros amigos y familiares solo le decían que era muy riesgoso, pero muy dentro suyo sabía que necesitaba acompañarlo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Que extraño por un momento sentí algo dentro mío moverse.—Tocandose el pecho con su ala derecha.
—Debe ser que tienes hambre.—Parados los dos en uno de los troncos.
—Puede ser, aunque creo que sea algo más profundo, ¿Tú qué dices?—Desvía la mirada hacia el.
—Yo digo que dejes de seguirme a cualquier lado que vaya.—Apoyando su cuerpo contra el árbol.
