Rechazado [ɴᴀᴍᴍɪɴ]

[1] Lirios.

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Acomodó su uniforme escolar y suspiró. Estaba nervioso, como cada vez que veía a ese bonito omega pelinegro de labios gruesos y ojos pequeños por los pasillos de la escuela.

Su nombre era JiMin, un chico precioso que Kim conocía casi a la perfección gracias a TaeHyung, un amigo que ambos compartían.

Había aprendido cada mínima cosa, como que le gustaban los lirios, el chocolate, el té de manzanilla y los gatos. Por lo que esa fría mañana había comprado un pequeño ramo de lirios, ya que esa flor era muy cara, y la había colocado en su mochila.

Ansiaba ver a JiMin y entregarle el ramo, estaba realmente desesperado por una cita con él, ese sería su último año en la escuela, y no quería dejar de ver a JiMin. Además, el delicioso olor del pequeño lo dejaba mareado, amaba los frutos rojos y canela que desprendían sus glándulas de olor.

-¡TaeHyung! ¡Deja de bromear! -escuchó a sus espaldas y se giró, sintiendo como todo se volvía cámara lenta al observarlo tan hermoso con ese uniforme tan horrible.

¡¿Acaso todo se le veía perfecto?!

Suspiró y caminó rápido ellos, sintiendo el fuerte aroma del pequeño.

-NamJoon... -bufó aburrido JiMin, como cada vez que lo veía - ¿Ahora qué?

-Yo... T-Te traje lirios... -dijo nervioso, metiendo la mano en su mochila, sacando el ramo aplastado y con algunos pétalos faltantes.

JiMin tomó el ramo, riéndose fuertemente, estremeciendo el corazón del moreno.

-¡Por Dios! ¡Mira, TaeHyung! -habló, casi en un grito, observando al beta que ya no reía ya que detestaba las actitudes que tenía hacia el alfa. - ¡Este ramo es realmente feo!

Lo lanzó sobre su pecho, y NamJoon soltó su mochila en un intento de atraparlo, sintiendo sus ojos llorosos.

-¿No te cansas? ¡Ya llevas un año persiguiéndome! Además, no eres mi alfa, bobo -suspiró acomodando su cabello, alejándose con pasos elegantes del moreno.

Se quedó allí un rato, con sus lápices desparramados por el piso y su labio inferior temblando, hasta que sintió unos suavecitos brazos tomarlo por la cintura.

-Yoon... -susurró, girándose para recibir gustoso el abrazo de su mejor amigo. Conocía al pequeño YoonGi desde siempre, y aunque su actitud era la de un alfa, en realidad era un tierno omega que amaba los abrazos de su alfa favorito.

Pero...

Alguien los observaba, sintiendo toda la culpa caer sobre él.

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jsjsj un nuevo fanfic, alguien detengame

en fin, ¡Gracias por leer y darme una oportunidad, los amo!