–Para que llore la mía, mejor que llore la de ellos.– Anderson me toma por la cintura y besa mi mejilla. –Nadie trata a mi mujer mal.– Yo simplemente sonrío al escuchar esas palabras salir de su boca.
Libro: "Sujeción y Predilección"
Escrito Por: @AnneRosario17
ESTÁS LEYENDO
Frases III
RomanceNuevamente aquí con frases. Si os gusta, les invito a leer los primeros dos libros.