Regalos & Declaración

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Quién iba a decir que el elaborar un regalo sería la cosa mas difícil. Sabía que debía de haberse puesto a hacer el me digo regalo una semana antes. Pero claro como buen mexicano lo dejo para el mero día.

Ahora estaba molestó, desesperado, apuntó de llorar, con hambre y sueño. Le estaba empezando a doler la cabeza, y el trasero le dolía. Claro pero cómo pendejo de primera, quedó para una peda.

Estaba que se lo llevaba la chingada, decidió tomar las cosas y salir de su casa. Le faltaría a su honor y palabra por su amada rusa. Tomó un taxi y en medio del caminó estaba cortando y pegando. El taxista le hizo un paró, lo llevó a cada lugar que tenía que ir para comprar las cosas. Se acomodó su moño, estaba nervioso se aseguró de tener todo en perfecto estado.

El taxista lo dejó junto a los mariachis que rento en la puerta del hotel, en dónde se quedaba la rusa. Entró y según Alemania estaba en la habitación 324, con todos los huevos tocó la puerta. Esperando un poco los mariachis empezaron a tocar, tenía el ramo de rosas, la caja de chocolates, el oso polar con un corazón hecho a mano, globos con formas cursis, y una bolsa de regaló en donde estaba guardando una cajita especial.

Todo era perfecto y romántico, si no fuera porque Alemania lo odiaba al parecer. En primera ese no era el hotel en donde se quedaba la rusa, en segunda le llevó un show a una mujer CASADA, en tercera estaba corriendo junto a los mariachis y sus regalos. Por último el esposo de la señora era un policía y los estaba correteando.

Sus planes estaban mal desde el inició, corría mientras lloraba "vamos México piensa en algo" su voz interna no ayudaba que digamos.

Para su mala suerte la caja de chocolates, cayó y el la piso cayendo en la sucia callé. El oficial lo atrapó y lo llevó a la delegación. Nunca esperó que todo terminará de esa forma. Estaba encerrado juntó a otros sujetos que lo miraban raro.

- ¿Que te pasó amiguito? - Preguntó un hombre alto, con mucha musculatura y tatuajes por todo el cuerpo.

- Me equivoque de casa, y ahora mi cita pensará que la deje plantada. - México ya no quería nada, sólo llorar y deprimirse - Tarde mucho en hacer todo esto, tardé mucho para que me volteara a ver, yo no quería que terminará así

Antes de que alguien mas dijera algo el oficial apareció. - Tienes derecho a una llamada. - Sacó sus llaves y le abrió para que pudiera llamar a alguien.

México camino hasta el teléfono y marcó el número que se obligó a aprenderse de memoria y nunca olvidar. - ¿Hola?

- ¿En dónde estas?, me dijiste que te esperará en el parque y aun no... Espera ¿Estas llorando?.

- Tal vez, pero eso no importa ahora, necesitó que vengas por mi en la delegación. - Colgó el teléfono rezando que si fuera por el. Ahora que lo pensaba "Nunca le dijimos a Rusia que lo veríamos en el parque"

Pasada una hora Rusia llegó algo agitada. No esperaba que su San Valentín fuera así, habló con los oficiales. Pagó para poder sacarlo y se acercó a la celda en dónde su pequeño amor se encontraba. Le dio ternura verlo con todos los regalos, y algo de pena verlo sentado con los ojos rojos e hinchados de llorar.

Le rompería la cara a Alemania cuándo le viera, por ahora tenía a un mexicano deprimido. Pensó en cómo llamar la atención del mexicano, pero ninguna de sus ideas era muy malas.

Caminó hasta quedar justo enfrente de la celda, y lo llamó - México - Esperó hasta que el nombrado la mirada y continuó - Vamos ya puedes salir. - El chico se levantó con todos sus regalos, aún con la cabeza mirando el suelo. Los hombres que estaban dentro le gritaban palabras de apoyo. Cuándo salieron de la delegación le pregunto. - ¿Cómo pasó todo esto?

-Alemania - Susurro el mexicano con tristeza - Te juró que yo no quería que esto pasará. - El mexicano levantó su mirada para verla a los ojos - Esto es para ti - Le extendió los regalos, pero conservando una bolsa roja con detalles brillantes. - Rusia, se que no soy el mejor hombre, tal vez nunca lo llegué a hacer pero siempre te amaré. - Le extendió la bolsa - Y enserio me gustaría saber si tu sientes lo mismo que yo, porqué cada vez que te veo siento como si estuviera mirando una de las maravillas del mundo. Abre la bolsa y dime ¿Sientes lo mismo que yo?

La rusa sacó de la bolsa una cajita con colores de su bandera, la abrió y quedó atónita. Era un anillo uno de compromiso, volteó a ver a su acompañante y estaba de rodillas frente a ella. No podía ocultar la sonrisa que llevaba en su rostro, ella sabía que el mexicano estaba babeando la banqueta por ella. Ella se enamoró a primera vista, el le hacia sacar fases que nunca espero de ella misma.

Le hacía tocar el cielo con sus palabras, la hacía llorar al sentirse tan amada. Le enseñó que no debía complacer a nadie mas que no fuera ella. Le enseñó que nadie es perfecto sin defectos. El amo sus defectos y virtudes por igual. Y aun con todo los problemas que ella llevaba consigo, el jamás la dejó y siempre la apoyo. Le enseñó que si ella no se amaba nadie podría hacerlo. Le enseñó a amarse a ella misma, a amar sus defectos como amaba a sus virtudes. Lágrimas salieron de sus bellos zafiros.

- Rusia se que estoy feo, pero no es para hacerte llorar - El mexicano paro cuando la escucho reír, la miro y pudo presenciar una maravilla. Las 7 maravillas del mundo se quedaban pendejas a lado de la hermosa y pura sonrisa de su amada. Era como ver un ángel ruso bajar del cielo.

- Acepto casarme contigo, mi amado Мексика.

FIN.

UwU ya llegó su San Valentín, perdón por hacerlo tarde UnU pero no tenía tiempo.

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⏰ Última actualización: Feb 16, 2020 ⏰

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