Capítulo 39

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Hola chicas, una disculpa que no he podido actualizar, la verdad he tenido varios problemitas por acá ... internet, la luz, más otros imprevistos que me han impedido seguir con las traducciones y sobre todo con mi historia 🥺🥺🥺

Les pido su comprensión y no se me desesperen, ojalá en estos días se arreglen por acá las cosas para seguir dedicándoles tiempo escribiendo y traduciendo.

Gracias y manténganse en casa, lávense siempre sus manos, rían bastante y cuídense mucho.

Saludos Speedy, gracias por estar pendiente...

😘 🙏😂😷

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Macarena suspiró cuando la tensión la atravesó.

Barbara nunca le quitó los ojos de encima, esas perlas intensas de color marrón, tan negras que eran casi negras, las manchas debajo de los ojos, la cara todavía hinchada por el llanto y el labio dolorido, además de todas las otras lesiones notables. Macarena odiaba a cada parte de Barbara que estaba herida. Al principio no pudo encontrar la fuerza para hablar, y vio a la morena rendirse al nerviosismo y se pasó las manos por el pelo.

La vista de los dedos sangrantes de Barbara fue suficiente para sacar a Macarena del eje por completo; fuera lo que fuese lo que se suponía que debía hacer, parecía morir en el fondo de su mente y corazón acelerado por la desesperación.

- ¿Qué te pasó en las manos?

Macarena estaba demasiado cerca, sosteniendo las manos de Bárbara, lo que solo hizo que la morena se alejara, casi como si la hubieran abofeteado. No quería que Macarena viera su mano herida, así que las escondió detrás de su espalda.

- Dame tus manos.

Barbara iba a comenzar a quejarse, alejándose.

- Barbara. El tono severo hizo que Barbara suspirara. - Tus manos.

La morena dudó mucho antes de sacar las manos de la espalda y entregárselas a Macarena, se sintió como una niña a punto de ser castigada, la sangre goteaba de las heridas abiertas en sus nudillos.

Lo primero que Barbara notó cuando Macarena se frotó las manos en su largo cabello fue que la mujer no llevaba puesto el anillo. Luego fue la expresión de alguien que había llorado durante milenios, a pesar de que habían pasado algunas horas.

Todo estaba muy mal.

Macarena tomó las manos de la morena con el mayor cuidado posible, analizó cada herida abierta, y fue mucho más de lo que deseaba. Su aliento era pesado y débil mientras acariciaba las manos de Barbara sin siquiera darse cuenta. Era inevitable, después de todo, el amor entre ellas seguía siendo absoluto. Pero había tantos problemas en ese momento ...

- ¿Que viniste a hacer aquí?

Macarena hablaba demasiado en serio.

- No importa ahora.

- Sí importa.

- Te curaré primero.

Barbara quería apartar sus manos de las de Macarena, pero no tenía la fuerza; esos ojos azules estaban en los suyos, fascinantes, esa sensación de estar en casa y todo lo que Barbara más deseaba. Pero, al parecer, no tenía más. La más alta la miró fijamente, sin titubear.

Se sentaron en el sofá y Barbara esperó pacientemente para saber qué iba a hacer Macarena; Quería conocer los planes de la mujer, pero también quería que la cuidara y la tocara. Era todo lo que necesitaba. Vio a Macarena caminar hacia la cocina, conociendo el departamento que era suyo como el dorso de su mano, y luego regresó con la caja de vendajes.

El mar de tu mirada | Barbarena I Terminada I EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora