P26: Culpas y engaños.

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—¿Me estás evitando?—cuestionó Danna.

Erick la miró un momento y luego negó.—Por supuesto que no.

—Pues en realidad parece todo lo contrario.—respondió.—Er…¿Qué es lo que pasa? En las últimas dos semanas apenas y hemos pasado tiempo junto…

El ojiverde dejó escapar un largo suspiro y volvió a mirarla.—Es que hemos tenido demasiado trabajo, Danna. Preparar dos proyectos  al mismo tiempo no es algo demasiado sencillo ¿sabes? Sueño con planos y cuando despierto ahí hay más planos…—Danna suspiró.—Lamento en serio que no hayamos estado pasando demasiado tiempo juntos pero es un sacrificio un poco necesario en este momento…

—¿Seguro que solo es eso?—cuestionó.—Erick…ni siquiera me miras a los ojos, ni siquiera me besas, ni siquiera me dices que me amas…es como si de repente hubieses perdido todo el interés en mí. Es como si hubiésemos vuelto a  la época en donde nos odiábamos y no te odio en absoluto. Dios, te amo…—él le sonrió débilmente y los ojos de Danna se llenaron de lágrimas.

Culpa. Eso era todo en lo que él podía pensar. Desde hacía dos semanas luego de la fiesta de Richard; Erick Brian Colón se había estado manteniendo demasiado ocupado para no tener que pasar tanto tiempo con Danna. La extrañaba demasiado en verdad y él mismo sabía que estaba exagerando un poco con la distancia y la barrera invisible que estaba creando entre ellos pero no podía hacer nada realmente para volver a ser el mismo Erick amoroso de siempre.

La amaba. Claro que la amaba y era una tortura no poder besarla de la manera en la que él quería besarla pero algo dentro de él le decía que no era correcto. Le había fallado de la peor manera y no la merecía en absoluto.

Y era tanto el remordimiento que sentía por lo que había hecho que ahora su esposa pensaba que no la amaba cuando todo lo que hacía era amarla con cada fibra de su cuerpo.

Había estado tratando de recordar cómo es que las cosas habían pasado realmente esa noche pero por más que intentaba e intentaba no podía hacerlo; era como si alguien le hubiese sacado los recuerdos exclusivamente de esa maldita noche y por más que se esforzaba no lo conseguía.

Por otro lado el cerebro de Danna era una gran maraña de pensamientos pero el que más predominaba en ese momento era la última conversación que había mantenido con su padre antes de que él hubiese salido hecho una furia de su casa.

“¿No crees que para los Colón es conveniente que tú tengas un hijo de Erick?”

Y por más que trataba de no pensar demasiado en ella no podía hacerlo. Además el comportamiento frío y distante de Erick de alguna manera reforzaba esa maldita línea de su padre.

—También te amo, Dan. Lo sabes.—murmuró.—No llores, mi amor…

—Er…—negó.—Son mis hormonas por el embarazo…

Erick rio en voz baja y se puso de pie lentamente para acercarse a ella.—Vamos a cenar esta noche.—le propuso tomando sus manos para dejar en ella pequeñas caricias.—A tu lugar favorito ¿lo recuerdas?—ella asintió lentamente y Erick retiró lentamente las lágrimas de sus mejillas.—Ten una cita conmigo, anda…quiero recompensarte un poco por las dos semanas que te he descuidado..

—Sabes que no me importa si es una cita o no. Lo que quiero es a ti. Quiero al Erick amoroso del que me enamoré…—añadió entre lágrimas y él le sonrió un poco.

—Sigo siendo el Erick amoroso del que te enamoraste…solo que este Erick amoroso también tiene mucho estrés encima y te he estado descuidando demasiado, perdóname.—hizo una pausa.—He estado dejando que el trabajo me consuma y lo he estado poniendo por encima de ti y de nuestro bebé…

¿Sera porque te amo?||Erick B. Colón.|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora