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-¿Entonces como te fue con la chica cerebrito?-

Ha pasado dos o tres días desde que vi a Mariana, y he estado pensando en que debería de decir la próxima carta.

Por que debo escribirle otra.

-¿y bien?-

Me encuentro hablando por vídeo llamada con mis amigos, bueno, mas bien con Namjoon. Juego videojuegos mientras que tengo a Minji en llamada on-line y la imagen de Namjoon a unos centímetros de mi a través de la pantalla.

Namjoon le a puesto chica cerebrito a Mariana, ya que según el, tiene la argumentación para ello. Y es más y nada menos que por la idea de mi éxito, y el de la empresa.

-Bien, eso creo pero.... ¡¡Minji por ahí no!! Pero no he escrito nada respecto a eso-

-No le has escrito mas cartas, se supone que eso lo debes de hacer diario, o cada semana o dos o tres día, si quieres conseguir tu objetivo tienes que ser constante-

-Si pero... ¡Minji Corre!!-

-Eso intento tranquilo-

-Debo de buscar ideas, soy romántico solo que no me nace hacerlo ahora-

En la pantalla se mostraban los gráficos del videojuego de Halo. Minji y yo estamos en el mismo equipo, por supuesto que tenemos el mejor armamento y todo, pero ambos equipos estamos empatados, solo es cuestión de esta partida para descifrar nuestro futuro; pero con Minji podemos perder todo.

Tome mi mando con fuerza concentrándome lo mejor que puedo, disparando, apuntando, moviendo y apretando los botones como si no hubiera un mañana.

-Namjoon tiene razón recuerda que todo es necesario, en cuanto terminemos esta ronda debes correr y escribirle la siguiente carta-

-Claro, pero si no dejas de morir a cada instante, me ayudarías mucho a ganar esta partida y así escribir-

-¿Sigues jugando videojuegos?, pensé que los habías dejado después del ultimo incidente-

-No puedo hacerlo son como mi segundo corazón-

Se preguntaran que paso la ultima ves, pues verán.

Hace exactamente 2 años fui junto al señor Juseok a una reunión en Osaka, Japón. Pero como según el, no "necesitaría de mi ayuda" me dejo en el hotel por tres días, sin trabajo alguno, y lo único disponible en la habitación era una consola un cuanto vieja, ya que eran de esas que usaban cartuchos, ya sabrán de que dinosaurio hablo; en fin.

Durante una noche estuve jugando consecutivamente sin apartar la vista de la pantalla, la comida la dejaban a un costado mio y todo era cargado a la tarjeta de crédito, ademas me di cuenta que ese tipo de juegos no eran tan aburridos, pero no solo se detuvo ahí, sino que esa misma noche encontré un videojuego de realidad virtual en el teléfono y eso fue todo.

Para terminar esta historia solo debo decirles:

Mareo, Vomito= Hospital.

A la hora de irnos y empacar todo, mas bien desde el momento en que me quite los lentes de realidad virtual después de 3 días, tuve una descompensación y mareo, así como desequilibrio en el espacio.

Mis ojos se irritaron, todo provoco un "Reposo" en casa por una semana, y es que se supone que debía descansar de cualquier aparato electrónico, ya que la luz que emitían me lastimaría más; pero mi padre no paraba de mandar mensajes y mensajes a la tableta.

Eso daño un poco mis ojos, por lo que ahora uso lentes de descanso, como los que llevo puestos en estos instantes, pero, desde esa ocasión ya no juego durante muchas horas.

Cartas Cada Tarde de Otoño. (Imagina con Jin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora