No tenía agua.
No tenía comida.
Solo tenía un mapa mal hecho.
Estaba perdido.Rubén, alias Rubius llevaba días perdido.
Solía vivir en una pueblo llamado «Salseo Ville» junto a sus amigos. Todos vivían de una forma -poca- pacífica. A pesar de ser amigos todos, de vez en cuando tenían sus roces. Sobre todo con el chico con sombrero de oso.
Cuando se inauguró Salseo Ville, todos llevaban la fiesta en paz, pero pronto todos comenzaron a notar un comportamiento extraño en Rubius. Comenzaba a ser mal humorado y gruñón con todo mundo. No dejaba que nadie se acercara a su propiedad, les gritaba y atacaba a toda costa.
El presidente, Mangel, decidió tomar cartas en el asunto cuando los vecinos comenzaron a quejarse sobre éste. Sabía perfectamente la razón del cambio de su mejor amigo, así que fue a hablar con él para ver si podía arreglarlo.
— ¡Rubiuh!— Gritó Mangel desde la terraza del castaño.
— ¡¿Quién pollas es ahora?!— Contestó mientras se asomaba. Al ver a Mangel ahí, su tono de voz se relajo. — Ah, Mangel. ¿Qué quieres?
— ¿Puedo subih?
— ¿Para qué?
— Necesito hablar contigo.
— Lo estamos haciendo.Lo miro con el ceño fruncido, Mangel solo suspiró.
— Por favoh— Insistió.
Se miraron desde lo lejos por unos segundos. Rubius rodó los ojos.
— Que sea rápido, no tengo tiempo para esto.
Mangel accedió con la cabeza y subió por las grandes escaleras. Miró como Rubius entró a la casa y dejo la puerta abierta, tomándolo como su señal para entrar.
- ¿No vah a invitarme algo de tomar? - Mangel bromeó.
- Oh, claro, disculpa mi educación, señor alcalde. ¿Se le ofrece algo de beber? Tengo orines de araña y sangre de aldeano.Mangel rodó los ojos y suspiro, recordándose a sí mismo a que su mejor amigo no estaba bien.
- Joder, que pesao, tío.
- ¡El pesado eres tú! ¡Te dije que esperaba que fuera rápido y te estás tardando demasiado, Mangel!
- ¿Qué te tiene depresivoh, Rubiuh? - Fue directo, Rubius calló al instante.
- ¿Qué?
- Te conohco de años, Rubiuh. La forma en la que desahogah tu trihteza es siendo hostil con loh demas. Ehta veh se ve de una forma muchisimoh mah notoria.Rubius solo se quedó callado, mirando el suelo como si estuviera avergonzado por algo.
- Tú... No lo entenderías, Mangel. -Fue lo único que respondió.
- ¿Entonceh acerteh? - Preguntó sorprendido de sí mismo. - Quieroh decir... Se que no lo entenderiah pero... - Se acercó al más alto y le puso una mano en el hombro. - Ereh mi mejor amigo, Rubiuh. Quieroh ayudarte, peroh necesito que me digah como hacerlo.Se miraron a los ojos por unos segundos. Rubius sonrió y sonó tranquilo por primera vez en mucho tiempo.
- ¿Quieres ayudarme? Entonces necesito que me escuches y me apoyes.
- Lo hareh.☆゚.*・。゚☆゚.*・。゚☆゚.*・。゚
- ¡Peroh se te va la olla, Rubiuh! - Gritó Mangel de forma alterada.
- ¡Joder macho, dijiste que me apoyarías! -Respondió hechando las manos al aire.
- ¿¡Pero eh qué tú ereh tonto o ereh tonto?! ¡Graciah a mi has sobrevivido! ¡Tu solo noh sobrevivirah alláh afuerah con todoh esoh mouhntroh y aldeanoh ehtafadoreh!
- Mangel, por favor. ¡Confía en mí! -Le gritó, sonando como un ruego. - Estar solo por un tiempo me ayudará a pensar en muchas cosas que necesito resolver... Necesito nuevos aires, necesito un nuevo comienzo.
- ¿Un nuevoh comienzoh diceh? Rapateh entonceh y asunto resueltoh.
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Entre diamantes y obsidiana ➝ ( Rubegetta/ Rubelangel )
Fiksi PenggemarLa obsidiana es una piedra que nos impulsa a crecer dándonos apoyo pero se ha de manejar con sumo cuidado. El diamante nos trae pureza y una clara resolución positiva de todos los problemas que nos molestan, llenando huecos con energía pura de amor...