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Después de darle vueltas al asunto, Thorin decidió tomar las cosas con calma y con cabeza fría. Llegar a este día no había sido nada fácil. Pero debía concentrarse en todo lo planeado para esta semana. Este primer día sería únicamente para presentarse junto a sus sobrinos, los herederos al trono, ante sus más recientes aliados, los elfos del Bosque Verde. Después del viaje era más que evidente que estarían exhaustos, por lo tanto, se harían cargo de los asuntos políticos en los últimos 5 días, ya que el segundo día estaba destinado para una pequeña sorpresa para Thranduil.
A penas durmió, pues de tanto pensar en su enamoradizo sobrino, se desveló hasta el amanecer. Sentía que a penas había pestañeado unos segundos, pero debía dejar de lado el cansancio para poner en marcha todo le preparado. Conocían muy bien a sus aliados, después de todo cuando ambos reinos se mantenían en conflicto era natural conocer muy bien al enemigo, y ahora esa información resultaba muy útil para poder recibirlos. Resultaba hasta gracioso, hasta antes de emprender su misión para recuperar Érebor, el odio hacia los elfos estaba impregnado en todo su ser y ahora los recibiría con los brazos abiertos. La vida era realmente impredecible.
Faltaba poco para que llegaran, y los miembros de la compañía ya se debían encontrar esperando en la entrada principal. Caminó con calma hacia el salón del trono, y en el camino, varios enanos lo saludaban haciendo reverencias, pues veían pasar a un enano de gran porte, vestido con un abrigo de piel azul elegante digno de un rey, además de una capa con un pelaje pardo al inicio, para terminar con una tela tan negra como la noche.
Cuando llegó al salón, su hermana Dís lo esperaba con la corona del Rey bajo la Montaña en sus manos. Con una gran sonrisa se acercó a ella y le dió un abrazo.
- Al fin estamos en casa, y todo es como debe ser.
- Así es, he esperado tanto por este momento. Tantos años anhelando estar aquí, junto a nuestra gente, parece un sueño.
- Ahora las cosas sólo mejorarán.- dijo Dís, mientras le colocaba la corona a su hermano- Ya es hora de que tomes tu lugar.
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- Estoy muy feliz hermano, ¡ha llegado el día!
- Yo también estoy feliz Kili. Por fin nuestro tío se sentará en el trono y nosotros estaremos a su lado acompañándolo como siempre.
Debido a la emoción ambos enanos estuvieron despiertos gran parte de la noche y, claro, por el cansancio en algún momento se quedaron dormidos. Se despertaron cuando faltaba poco para que el sol llegara a su punto más alto, lo cual indicaba que sus invitados llegarían en cualquier momento. Ambos se levantaron de inmediato, grave error. Ambos aún sentían dolor, como consecuencia de las heridas recibidas en la guerra. Ya no era nada preocupante, pero por ahora Kili era el más afectado debido a la herida que se hizo al romper ese espejo en la fiesta de la semana pasada. Notó que aún no había cicatrizado por completo y al moverse tan rápido se había abierto ligeramente. Genial, tenía que ser torpe. Me arde un poco el hombro... pero no es nada que no pueda soportar.
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Amrâlimê
FanfictionTauriel es una hermosa elfa, hija del Rey del Bosque Negro Thranduil, quien la protege mucho sobretodo por ser el vivo retrato de su difunta madre, y hermana del príncipe Legolas. Un día Tauriel le pide a su hermano ir al Bosque Negro para cazar al...