Erick se removió inquieto en la cama, se giró sobre sí mismo y buscó a Danna. Se sobresaltó cuando no la encontró a su lado, abrió los ojos y se incorporó de golpe encontrando toda la habitación vacía.— ¿Dan?—la llamó pero ella no contestó. —¿Danna?—probó de nueva cuenta pero un silencio sepulcral fue todo lo que obtuvo. Se puso de pie y caminó cautelosamente por la casa a oscuras.—Dan…
—En la cocina, mi amor.—respondió finalmente. El cuerpo de Erick se relajó y dejó escapar un pequeño suspiro de alivio.
Caminó con pasos lentos y se detuvo en el umbral de la puerta contemplándola fijamente. Danna estaba sentada encima de unos de los altos taburetes. Su celular, un plato de porcelana y un vaso de leche descansaban frente a ella.
—¿Qué haces a las dos de la mañana comiendo?—cuestionó él con una sonrisa tirando de sus labios. Ella lo miró un momento y se encogió de hombros.
—Tengo hambre. Uno de los síntomas más frecuentes del embarazo. Y también estaba viendo el video de la ecografía…es increíble como algo tan chiquita puede sonar así…—respondió masticando lentamente un trozo de galleta.
—Realmente si es muy increíble.—decidió él.—Cuando desperté y no te vi pensé que te habías sentido mal o algo así. No tenía ni idea de que habías bajado para comer…
Danna se echó a reír.—Todas las noches es lo mismo, Er. Solo que tú tienes el sueño demasiado pesado y ni siquiera sientes cuando salgo de la cama…
Él se rio, caminó hasta ella y se sentó a su lado.—¿Y no es malo esto…? Comer de madrugada, quiero decir…
—¿Galletas y leche?—murmuró encogiéndose de hombros.—No, para nada. Es una merienda ligera…¿quieres?
Erick le sonrió y negó lentamente poniéndose de pie.—Creo que un vaso de agua está perfecto…
Danna también le sonrió antes de volver su atención a su plato.—Regularmente es Alfie quien me acompaña a los bocadillos nocturnos…—le contó.
—Soy un pésimo marido en todos los sentidos.—respondió él.
Los ojos miel de la muchacha se posaron un momento en él. Lo observó un par de minutos en completo silencio y negó un poco.
—¿Me puedes decir que es lo que pasa contigo?—le preguntó.—Y no intentes decirme que no te pasa nada porque los dos sabemos que sí, Erick.—le espetó.—Desde hace dos semanas has estado demasiado distante conmigo en todos los sentidos. Es como si me estuvieses evitando, como si huyeras de mí y no entiendo porque…así que dímelo de una vez.—Erick se quedó en silencio. Apoyo su cadera en la barra de la cocina y sintió la mirada de Danna clavada en su espalda desnuda.—Estoy esperando, Erick.
—No me pasa nada.—respondió vertiendo un poco de agua en un vaso de cristal. Lo tomó y luego se giró para mirarla.—No sé que es lo dices…
—Claro que lo sabes.—se quejó.—Confía en mí, Erick. Tengo un mal presentimiento de que algo muy malo está pasando y no estás diciéndomelo…
—Dan…
—Por favor, eres mi marido y me interesa demasiado todo lo que pase contigo. Confía en mí y dime porque estás así…
—Es que no estoy de ningún modo.—contestó de inmediato.
—No me trates como si fuera una idiota porque no lo soy.—replicó entornando sus ojos.—Erick…
—No estoy tratándote como tal. Simplemente no me pasa nada y ya.—anunció al tiempo que el timbre sonido del timbre de la puerta se hacía presente. Se miraron el uno al otro un momento.
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¿Sera porque te amo?||Erick B. Colón.|Completa.
FanfictionDicen que del odio al amor sólo hay un paso. ¿Pero...que hay realmente del amor al odio? ---------- (Historia Dannerick)