7: Bienvenida, oscuridad.

3 0 0
                                    

La noche pasó más rápido de lo que esperaba, ya era de mañana y me encontraba terminando de empacar todas mis cosas para el viaje.

La idea de conocer a estos chicos me pone ansiosa. Una parte de mí dice que todo puede salir bien y que ellos también me ayudarán a mí en mi búsqueda por la liberación del collar y la maldición que en nuestra familia aún se mantiene presente, porque depende de mí.

Pensar que yo tengo esa difícil tarea hace que sienta un tremendo peso sobre mis hombros, porque todavía no sé cómo lo haré.

Suspiro y trato de alejar todos los malos pensamientos y también los nervios que ahora mismo me asaltan.

Termino de acomodar mis cosas y espero a Jadz para irnos juntos al lugar que acordamos con Jared, el piloto que servía a Alicia.

Me paseo ansiosa por la sala de estar de mi departamento y el sonido del timbre inunda toda la estancia y salto en mi lugar.

Me acerco a la puerta y entra Jadz con todo su equipaje.

Nota lo ansiosa que estoy y me abraza apretando su cuerpo contra el mío y susurrando palabras tranquilizadoras en mi oído.
Jadz siempre fue y será mi lugar seguro, mi roca, mi lugar de paz y lo amaba por eso.

Luego de un rato ya estábamos listos para irnos. Dos toques en la puerta hacen que volteemos en dirección de ésta.

Me acerco para abrir y veo a Olivia y también su equipaje.

—Buenos días, lindura—Me saluda y besa sultimente mi mejilla—¿Nos vamos?

—Pff, no puede ser cierto—Susurra Jadz a mis espaldas mientras resopla y rueda los ojos con una expresión de fastidio.

Asiento hacia Olivia y tomamos nuestras cosas para irnos.

>>>>

—¿Qué hace ella aquí, Noah?— Me susurra Jadz mientras subimos al Jet.

—Le comenté lo que había ocurrido y se ofreció a venir, no iba a decirle que no—Le explico.

—Obvio no le ibas a decir que no, mira como babeas por ella— Hace un gesto fastidiado y termina de subir al Jet.

Suspiro y subo también.

Durante todo el viaje fui viendo por la ventanilla. Jadz a un lado dormía plácidamente y Olivia veía por la ventanilla igual que yo.

Desde la última vez en mi departamento hablamos algunas veces, y estamos como saliendo o algo parecido.
A Jadz no le gusta la idea de esto, dice que Olivia no es de fiar y tiene un mal presentimiento, sin embargo he tratado de hacerlo entender que estaré bien.

—¿Estás bien?— Me acerco al asiento de Olivia y me siento a su lado.

Ésta asiente y me regala una sonrisa mientras se recuesta de mi brazo.

Al cabo de unas horas el Jet aterrizó y ya estaba cayendo la noche.
Bajamos y subimos a un auto que nos llevaría al lugar.

Pasó casi una hora y podía ver que nos alejábamos de toda la civilización e íbamos por un lugar lleno de árboles.
El auto giró hacia un camino y siguió por él hasta llegar a un enorme portón. El chófer bajo el vidrio y dijo algunas palabras en alemán hacia un pequeño intercomunicador, luego de esto el portón se abrió lentamente permitiéndonos la entrada.

Avanzamos por otro camino no muy largo y ya logro ver una gran casa. El chófer estaciona y nos indica que ya podemos bajar.

Al salir del auto el frio se hace presente y me hace dar un escalofrío brusco. Me abrazo a mí misma y avanzo hacia nos indica el chófer que ahora nos ayuda con el equipaje.

N O A HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora