quince segundos para enamorarse

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Ningún personaje, ni nada, me pertenece, son del Anime / Manga Kimetsu no Yaiba que pertenecen a Koyoharu Gotōge.

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Tanjirou está un poco preocupado.

Bien, está muy preocupado.

Frente a la panadería, sentada en las pequeñas mesas y sillas que tienen afuera, hay una pequeña mujer de cabellos rubios con un corte desigual, bastante particular a su parecer, llorando y a la vez tratando de calmarse.

Tanjirou la he visto componerse y descomponerse varias veces, podía contar con los dedos de sus manos y le faltarían dedos. Ella se limpia el rostro con algunas servilletas, se suena la nariz y respira profunda, por un momento parece que ya se encuentra bien y entonces vuelve a llorar.

Intenta ocuparse de limpiar las pocas mesas que hay dentro de la panadería, pero no puede ignorar a la rubia que está desconsolada afuera. No debería meterse en esos asuntos, no sabe si la chica quiere estar sola o la incomodaría invadiendo su espacio. Levanta la cabeza hacia su hermana, Nezuko, que alza las cejas en su dirección desde la caja.

Soltando un largo suspiro, lanza la toalla a la basura y se limpia un poco el delantal que lleva atado alrededor de la cintura. Camina a paso lento hacia la puerta y sale para dirigirse hacia la mujer rubia.

—Señorita-

La mujer levanta la cabeza inmediatamente y Tanjirou se queda mudo al verla por un momento, ella pestañea viendo el uniforme de este y luego abre los ojos en grande.

—OH OH OH, lo lamento ¡No quería sentarme aquí y ocupar una de sus mesas! —Ella habla con pánico en la voz y bastante avergonzada, también lo hace muy rápido y está ronca debido al llanto. —Pagare por pan, lo prometo ¡Ahora mismo iré por algo de su panadería!

No era a eso a lo que venía Tanjirou realmente, pero las palabras no salen de su boca y es interrumpido por ella.

—¡Sólo déjeme aquí un rato más! ¿Sí? ¡Por favor! —Suplica juntando las manos y haciendo un puchero con los labios.

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Tanjirou está por terminar de limpiar todas las mesas y faltan sólo unos treinta minutos para cerrar la panadería.

La mujer rubia sigue en la misma mesa, no ha llorado desde que empezó a comer del pan que compró. Ella paro de llorar pero, no se veía bien en absoluto, tenía los hombros caídos y una expresión realmente triste. De verdad estaba mal y es que puede recordar el olor a soledad y tristeza que pico su nariz desde que salió de la panadería para tratar de hablar con ella. Daba pequeñas mordidas al pan en sus manos y con los parpados caídos lucía perdida en otro mundo.

—Hermano. —Sale de la caja Nezuko e inclina la cabeza a un lado con una sonrisa en los labios. —Puedo encargarme desde aquí.

Tanjirou entiende bien que quiere decirle con esto, sonríe agradeciendo con la mirada a Nezuko y se quita el delantal de la cintura para dejarlo acomodado en una de las sillas.

En cuanto sale de la panadería, la mujer rubia levanta la cabeza, ella lo mira con esos profundos ojos color miel y chocolate que le hacen tragar saliva pesadamente sin saber por qué. Bueno, quizás si sabe por qué y es que ella era realmente hermosa.

Debe admitir que no está acostumbrado a lidiar con mujeres, su madre y hermanas eran la excepción. También una que otra clienta pero no solía prestarles ese tipo de atención a ellas.

—¿Puedo acompañarte? —Recoge una de las sillas para acomodarla en la mesa donde se encuentra la mujer de ojos caramelo.

—Sí, claro, adelante. —Ella sonríe tímidamente invitándole con un gesto de la mano.

quince segundos para enamorarse - Tanjirou x Fem!Zenitsu [One-shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora