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- ¡¿Porque?! - Grité mientras subía corriendo las escaleras.

- Skylar, baja aquí ahora mismo- Habló calmadamente mi padre mientras abría el periódico sentado en la cocina.

Nunca ha necesitado gritar ni reñirme para que le hiciera caso,  sabia perfectamente que el enfado de mi padre era algo a lo que debía de temer.  Sobre todo ahora que mamá no está para levantarme* los castigos de papá.

- ¡No! ¡¿Porque tenemos que irnos ahora?! Tengo aquí toda mi vida y tu quieres arrebatármelo todo en un momento. - Grite llorando mientras bajaba las escaleras. Sabía que debía acatar la orden de mi padre y hacer las maletas, pero no sin antes dar guerra.

-Te lo he explicado ya dos veces skylar, todo NOS recuerda a tu madre y tu psicóloga ha dicho que un cambio te vendría muy bien. Han pasado ya dos años sky, se que es duro pero debemos aprender a vivir sin ella, sé que cuesta pero no puedo seguir permitiendo que te quedes encerrada todo el día en casa. He esperado a que acabases el instituto, la universidad será un cambio nuevo y bueno. Así que sube y haz las maletas- Dicho esto dió la conversación por acabada y volvió su vista al periódico.

Sabía que tenía razón y que no podíamos seguir así, tanto el como yo. Le costó mucho volver al trabajo después de lo de mamá así que comprendía a qué se refería cuando me dijo que empezaríamos a ir al psicólogo. Bueno, psicóloga... por llamarla de alguna manera. 

Tras darle mil vueltas a todas mis cosas, montamos las cosas en el camión de mudanza y nos dispusimos a ir detrás de el a nuestro nuevo hogar.

Os acordáis cuando dije "nuevo hogar", bueno pues de nuevo no tiene nada. Es una casucha medio roída en un pueblo igual de roído que la casa. Mientras que los señores de la mudanza metían todas nuestras cosas en la casa papá y yo nos quedamos de pie mirándola.

-Papá....- dije.

-Shhhhhh, lo sé ¿vale? No es lo que esperábamos... pero así podemos ponerla a nuestro gusto.- Dijo sonriendo y entrando en la chapuza que le habían vendido.

-Si tu lo dices...

Tras estar toda la tarde ordenando y poniendo en su lugar los muebles llamaron a la puerta.

-Ve tú papá.- dije tirándome en el sofá lleno de sabanas.

No escuché la conversación estaba centrada en mi móvil. Por un momento lo solté y miré fijamente al techo. Este cambio va a ser un gran cambio.

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Espero que os guste este pequeño principio, recordad dejad un GRAAAAN comentario y un bonito like si os ha gustado. Os quiero abejitas mías

Nerds or nothingWhere stories live. Discover now