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–Tú aún puedes hacer todo lo que quieras.– El hombre se encoge de hombros restándole importancia a la chica que se encontraba destrozada frente a él.

–¿Cómo tú te atreves...?– Ella susurra mientras intentaba contener la ira que la carcomía muy dentro de su ser. –¿Cómo demonios tú te atreves a decir que yo aún tengo esperanzas? ¡Cuando tú fuiste quien me mató! ¡Tú me dejaste sola cuando más te necesitaba, yo me estaba muriendo literalmente! ¿Y qué hacías tú? ¡Ah, sí, enredándote con otra puta, mientras yo me bebía las lágrimas y vivía en carne viva todo tu infierno, ya me habías desgarrado el alma una vez y para ti simplemente no fue suficiente! Tú mataste mis ganas de querer seguir viviendo, me ayudaste solo para empeorar mi situación y salud. Tú eres el gilipollas más grande que este mundo ha de tener, porque no vales tres mierdas cómo ser humano. Te crees muy listo, pero mírate, no estás estable; eres un idiota. No tienes futuro, tu futuro termina en un llanto inconsolable y un sufrimiento eterno. Yo maldigo el día en el que te conocí; ¡porque tú solamente me destruiste la vida!– Reventé el piano que tenía cerca. Aunque lo esquiva con facilidad, él no pudo evitar bajar la cabeza.

–Sos el error mas grande que he cometido en mi vida. Ojalá y nunca te hubiese conocido; porque de tres carajos me serviste para motivación. Yo era más que tú banco y juguete favorito de placer, pero nunca fui tú amor, ni tu primera opción. Tú me usaste y me destruiste aún sabiendo todo lo que sucedió en mi vida, y eso nunca te lo perdonaré.–

–¿Sabes que es lo más que me duele? Que tú aún sigues siendo la niña de mis ojos, la princesa más bella que he visto. Seguirás siendo my little girl, no importa lo que tú sientas. Tú no sabes toda la historia.– Él dice intentando aguantar su llano. Sin embargo en mi estado actual, me valían mierda sus lágrimas y palabras.

–Yo no quiero saber nada de tus palabras vacías, mucho menos sin sentido. Usted para mi no es nada más que un muerto de hambre, un perro que no come y tampoco deja comer.–

–Yo a usted la seguiré viendo especial, siempre le tendré amor.– Él abraza mi cintura, arrodillado en el suelo.

–¡Yo no quiero saber nada de su amor! ¿Su amor de qué me sirve? Ya me destruyó toda...– Dije entre sollozos. –Usted es el peor hombre que he conocido. No quiero seguir aquí gracias a tí...– Dije entre sollozos, el simplemente niega con su cabeza y me continúa abrazando.

–Perdóname...–

–Que te perdone Dios, porque ya yo me cansé de perdonarte...– Susurré mirando a la nada.

Nunca en mi vida me había sentido tan vacía, como me sucedió en ese momento...

Basado en hechos reales...

-Anne Rosario 🥀

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