Si eres amado

~Fiore Ciudad de Magnolia~

Era una bella tarde en Magnolia. Muchas personas se encontraban paseando o comprando cosas debido a la fecha que era, 14 de febrero, día de San Valentín. Y con los miembros del gremio más ruidoso y destructivo de Fiore no era diferente, muchos magos se encontraban ansioso por esta fecha, ya que algunos tenían planeado confesarse o estaban deseosos de recibir chocolate, en cambio algunos pocos se mostraban indiferentes ante la fecha, seguramente por un antiguo rechazo.

En el interior del gremio, más específicamente en la barra se encontraba la mayor de los Strauss, atendiendo todo con una hermosa sonrisa plasmada en su bello rostro, ella amaba mucho esta fecha, después de todo podía hacerla de cupido gracias a sus "actividades", tan centrada estaba en sus acciones que no noto, que cierta peliverde se le acercaba.

—Hey Mira— Saludó la peliverde mostrando una pequeña sonrisa hacia su amiga albina, ambas tenían en común que les agradaba meterse en la vida amorosa de los demás.

La mayor de las Strauss observó a su amiga peliverde y sonrió de vuelta —Randy-chan, hola— Respondió el saludo sin dejar de lado su buen humor.

Brandish se sentó de uno de los taburetes y observó con detenimiento a la albina —Este día en verdad es muy especial para ti, ¿Verdad? — Hablo con media sonrisa ante el humor de la chica.

Mirajane soltó una pequeña risa y asintió feliz —Claro, este día debe traer felicidad y alegría para muchos— Expresó con alegría, para después hacer una mueca —Aunque me disgusta como algunos lo odian, por experiencias del pasado— Susurró soltando un suspiro, negó rápidamente con la cabeza y miró a la peliverde — ¿Deseas algo?— Cuestionó de forma servicial.

—Una malteada de chocolate por favor— Pidió Brandish, a lo que Mirajane asintió y entro a la cocina.

En lo que esperaba, Brandish decidió observar su alrededor, notando como varios magos comenzaban con el intercambio de regalos y se les veía muy felices, cosa que la hizo sonreír un poco.

Pasados unos minutos más, Mirajane regreso con la bebida y la coloco en la barra —Aquí tienes— Avisó consiguiendo la atención de la peliverde, la cual tomo la bebida.

—Gracias— Agradeció dando un pequeño sorbo, disfrutando del sabor dulce que tanto adoraba —Debo darte crédito Mira-chan, tu plan con lo del intercambio está yendo de maravilla— Halagó la chica, para volver a tomar de su malteada.

—Sí, así es, creo que será otro día de San Valentín exitoso— Expresó con una belle y resplandeciente sonrisa haciendo reír a su amiga.

—Probablemente así sea Mira-chan— Respondió asintiendo sonriente tomando un sorbo más a su malteada —Por cierto, casi lo olvidaba— Recordó dejando su malteada en la encimera de la barra y con su magia hizo aparecer una caja de tamaño mediano y con una leve sonrisa se la entregó a la albina —Feliz día de San Valentin Mira-chan— Ofreció con una bella sonrisa sorprendiendo a la Strauss.

La albina abrió los ojos en sorpresa ante ese vestido, decidió sacarlo de la caja para poder verlo con más detenimiento.

Era un vestido de color celeste de una sola pieza, sin escote y sin mangas, la falda estaba por arriba de las rodillas y con un elegante cinturón de plata en la cintura.

Mirajane se quedó sin palabras, no había visto un vestido así en ninguna tienda de Fiore, por lo que seguro fue hecho por la propia Brandish, abrazo el regalo y observó a la peliverde sonriendo de forma dulce —Muchas gracias Randy-chan, es muy hermoso, lo atesorare por siempre— Agradeció con un suave tono de voz.

La peliverde desvió la mirada tratando de ocultar su sonrojó —N-no es nada— Susurró avergonzada, para después entregarle una carta a la albina —Esto léelo cuando estés sola— Pidió avergonzada y con sus mejillas completamente teñidas de rojo carmín.