15.

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Llegó la mañana siguiente y San despertó desorientado al no estar en su dormitorio, tenía un leve dolor de espalda debido a que se había quedado dormido sentado en la cama de Wooyoung, pero lo que le llamó la atención fue ver que estaba tomando la mano de él.

No recordaba haberla tomado la noche anterior, pero por alguna razón se sentía bien.

Mantuvo sus ojos cerrados hasta que escuchó al chico removerse quejándose una y otra vez. 

Wooyoung estaba teniendo una pesadilla, así que se acercó a él inclinándose y tomando su rostro con su mano libre.

Lo llamó varias veces hasta que despertó sobresaltado, quedando Wooyoung sentado también con San a su lado mirándole preocupado. — ¿Estás bien?

— Fue... Fue una pesadilla, está bien. — Cerró sus ojos mientras lo decía dejando escapar una lágrima, apretando con fuerza la mano del contrario y llevando la libre hacia su pecho.

San notó cómo la respiración de Wooyoung no se relajaba, así que soltó su mano para envolverle en un abrazo pasando sus brazos por el cuello del chico y tardó pocos segundos en ser correspondido.

— Tranquilo Wooyoung, todo está bien ahora. — Acariciaba el cabello ajeno con cuidado, esperando que así se calmara.

Wooyoung se aferró con fuerza a San, había tenido una pesadilla horrible y se sentía muy indefenso, pero de alguna forma en sus brazos se sentía protegido y seguro, como si aquellos fueran una fortaleza donde podía refugiarse de cualquier peligro.

Estuvieron un rato así, San consolándolo y Wooyoung simplemente aferrado a él. Ninguno de los dos quería separarse, pero alguien llamó a la puerta, viéndose obligados a romper el abrazo.

— Voy a ver quién es. — Susurró San sonriendo.

Al abrir la puerta se encontró con Jongho con un semblante preocupado, echando a correr al interior para ver dónde estaba su amigo.

— ¡Wooyoung! — Jongho salió disparado hacia él, casi tirándose encima suya para abrazarlo con fuerza. — Pensaba que te había ocurrido algo, ¿estás bien? — Preguntó mientras palmaba todo su cuerpo.

San rió mientras los veía en la distancia, cerró la puerta y anduvo en dirección a ellos, sin embargo, Jongho se dirigía lentamente hacia él con cara de pocos amigos.

— Jongho, qué..

San no tuvo tiempo de seguir hablando al ver como Jongho corrió tras él y por inercia San corrió también, pero fue atrapado en cuestión de segundos y la posición en la que se encontraban era bastante peculiar. San estaba bocabajo tirado en el suelo, mientras que Jongho estaba encima suya, sentado en su espalda.

— Hyung, ¿cómo se te ocurre no llamarme para decirme que estaba bien? ¡Eres un idiota! — Pegó un "pequeño" golpe en la cabeza del otro.

— ¡Oye! Te recuerdo que soy mayor que tú. — Refunfuñó San.

— ¡No cambies de tema! ¿Por qué no me dijiste? Estaba muy preocupado...

— Me quedé dormido y me desperté hace un rato, perdón...

— ¡Esa excusa no me sirve!

— ¿Qué quieres que haga entonces?

— Harás lo que yo te pida.

— ¿Tengo que volver a recordarte que soy mayor que tú, enano? Esa no es forma de hablarme.

La discusión de ambos prosiguió, pero siempre mantuvo un aire gracioso y amistoso, jamás sobrepasó la línea. Dejaron de discutir al escuchar la risa de Wooyoung y ambos se quedaron mirándole extrañados.

— Ambos son muy graciosos. — Cuando Wooyoung se dio cuenta, vio que ambos le miraban y se avergonzó — P-perdón, ¿dije algo raro?

— No, es solo que...

— Oír una risa en mitad de una discusión ha sido un poco... — Prosiguió San.

— ¿Raro? — Jongho miró a San, viendo como éste asentía.

— Pero ha estado bien oírte reír, llevaba días sin oír tu risa, la echaba de menos. - Confesó San.

Al escuchar esas palabras, Wooyoung se ruborizó aún más y desvió la mirada de ambos, mirando por la ventana.

— San-hyung, eso fue muy empalagoso, no te queda. 

— ¿Cómo que no me queda?

— No sé, siempre tienes un semblante serio y nunca te he visto de esa forma. — Se encogió de hombros.

San dejó la conversación en ese momento, ya que sus ojos se depositaron en un punto concreto; Wooyoung. Su rostro aún con leves tonos rojizos mientras miraba la nieve era... ¿cautivador? No sabía cómo describirlo pero no podía apartar la vista y fue Jongho quien rompió el silencio.

— ¿Habéis desayunado?

San aún seguía mirando a Wooyoung, causando que éste le devolviera la mirada y se quedaran absortos en el momento.

— Hey, parejita, no me ignoréis o me enfadaré. —Jongho pronunció en voz alta, mirando como ambos estaban embobados el uno con el otro.

San entonces despertó del pequeño trance, dándose cuenta de que estaba mirando fijamente al otro chico y esta vez desvió él la mirada, avergonzado.

— No, aún no desayunamos, ¿puedes quitarte de encima? Pesas.

— Idiota — Pegó otro leve golpe en su cabeza y se levantó sonriente. — Pues ya os preparo yo el desayuno.

San se quedó sentado en el suelo mientras sobaba la zona del golpe.

— Hyung, ¿pasarás el día aquí? — Preguntó Jongho.

— Supongo que sí, prefiero asegurarme de que él esté bien.

— ¿No tienes que estudiar?

— Sí, pero puedo traerme sin problemas el ordenador aquí y practicar y si necesita algo ayudarle. — Se encogió de hombros.

— Ve a por tus cosas en lo que yo preparo esto entonces hyung.

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