Capítulo 26: Tiempos Oscuros

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Un año más tarde...

Narra ???:

Ese mismo día, la noticia se había esparcido como una plaga. "¡Brawlopolis había caído!", eran los titulares en cada sistema de información pública. Muchos no lo creían, era ridículo, ¿Cómo fue eso posible? Miles de millones de personas habitan este continente, y en aquella ciudad, estaban los más poderosos, rápidos, inteligentes... "La catástrofe" fue el nombre que le dió un periódico sensacionalista, pero ¿Por qué? Estadísticamente, las muertes desveladas entre las filas de los brawlers no significaban mucho, algunos incluso lo veían como algo bueno. Un ataque de tal magnitud podría haber acabado con muchas ciudades, sin embargo ningún civil fue dañado... entonces ¿Por qué "La catástrofe"? El mismo periódico lo explicó páginas después. "¿Realmente estos supuestos defensores pueden protegernos? A juzgar por las evidencias, es claro que no". A partir de ahí todos comenzaron a desestimar las acciones de los brawlers, el respeto y confianza que se les tenia, desapareció totalmente, ser un brawler era un deshonra. La prensa husmeaba la vida de cada uno de los luchadores, consiguiendo información que quizás ellos nunca les dijeron. Al parecer, varios dejaron su hogar, nunca mencionaron nombres y las fotografías no ayudaban con el reconocimiento. Otros se quedaron a vivir en la ciudad, ayudando con las reconstrucciones y recordando siempre su derrota. Los fundadores se separaron, uno de ellos estaba encarcelado en la prisión de máxima seguridad de la capital, otro vivía en la ciudad y, sobre el último, nadie conocía su paradero. El gobierno se volvió sumiso ante las demandas de la responsable detrás del ataque, bajo el alias de "Señorita M", esta mujer había obtenido gran poder en poco tiempo. Dio a conocer su ubicación y sus intenciones, se hallaba en La Ciudadela Robótica y tenía a disposición un gran arsenal de robots y tecnología muy avanzada. El continente no estaba listo para una nueva guerra por lo que, a regañadientes, los mandatarios aceptaron sus exigencias... niños... mejor dicho, bebés... Pequeños de entre unos meses de vida y cuatro años, eso era lo que quería... ¿Por qué? Nadie sabe, pero era un bajo precio a cambio de la falsa paz...

-???: Aun que los brawlers hayan caído, ¡El fuego de la justicia sigue vivo en mi! -se coloca su casco-

La Capital...

Muchos describen esta ciudad como una pequeña nación, después de todo, abarca una porción muy parecida a los países mas pequeños del continente. Se ubica en territorio neutro, en mitad de las fronteras con algunas naciones y, a pesar de eso, es imparcial e independiente de todo lo que no está en su extensión. Es dirigido por un régimen totalitario que, sorprendentemente, es aceptado por muchos residentes, quizás porque no pueden hacer nada que los contradiga, o tal vez porque vivir ahí no es tan malo, además esta mini-nación es hogar de varios lugares importantes. Los complejos penitenciarios con mayor seguridad conocida, solo unos pocos han tenido el "placer" de ser encerrados en ese lugar, y los que están ahí no vuelven a ver la luz del día. Con la caída de la mejor unidad militar, ahora esta urbe tenía la dominancia en cuanto a poder bélico se trataba. A pesar de esto, La Capital apartó la mirada al momento de presenciar robots que secuestraban a sus residentes más jóvenes, unas cuantas vidas eran insignificantes ante la perduración del orden. Por otro parte, la gran sede de las Naciones Unidas, un espacio amablemente ofrecido por el gobernante de la ciudad. Al ubicarse en un territorio neutro, era el lugar idóneo en donde todas las partes podrían reunirse sin sentirse amenazados. En este último se hallaba uno de los fundadores de Brawlopolis, el que había estado desaparecido por tanto tiempo. Expuso su preocupaciones así como las razones por las que la pelimorada no debería estar encerrada en prision, al terminar, intercambió distintos comentarios con los lideres, con cada segundo perdía más las posibilidades de ganar. Al finalizar se ejecutó la votación, quedando 7 a 1 a favor de no cambiar la sentencia, fue peor que la primera vez que debatieron. Con el ánimo por el suelo, el pelirrojo se retiró de la sala y abandonó el edificio, caminó al área vehicular y vió el transporte que lo trajo a ese lugar. Un clásico automóvil color negro con el motor apagado esperaba aparcado, el conductor al notar la presencia del pelirrojo, bajó y se acercó al joven.

Brawl Stars: La Reencarnación del MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora