NARRA IZAYA:
Esto es...¡genial!
No es que diga que mi querido Shizu-chan se haya vuelto aburrido, pero si monótono. Y justo cuando lo necesitaba más... ¡apareció ella!
Himi-chan era verdaderamente una caja de sorpresas y eso me ¡encanta! Aunque no me gustaba que me gastara esas bromas tan infantiles, pero... la odiaba.
Odiaba que supiera planear este juego tan bien, aunque una chica y menos extranjera me vencería a mi, Izaya Orihara, el mejor informante de Ikebukuro... y el mas peligroso.
- Hoy estas muy callado Izaya- dijo Namie mientras ojeaba un libro.
- Puede que si, pero acaso ¿te preocupas por mi? Que tierno~- odiaba lo empalagoso, pero era divertido jugar así con las mujeres, son mas sentimentales.
- No juegues- ¡esa era la expresión que buscaba! Como amaba a los humanos.
- No creo que te incumba- dije mientras me recostaba sobre mi sillón.
- Puede que no, pero es extraño no ve- empezé a carcajearme mientras daba vueltas sobre mi sillón, agitando las dos hojas en mis manos.
- Déjalo...- suspiró.
Pare en seco, ambas hojas tenían dos combinaciones "OD" y "DO" opté por la segunda.
Do es la nota mas grave... grave, ¿qué es grave? ¿Claro! Bien pensado Himi-chan, bien pensado.
No tardé mucho en ir a su casa, era fácil y un tanto extravagante, pero me sorprendía saber que no trabajaba. Entré por la ventana, me la encontré dormida de espaldas.
La tenia a mi disposición, estaba desprotegida y podía ponerle fin en este momento. Me acerqué a ella, pude ver la venda asomarse por su hombro. Acerque mi mano hacia su pelo, desprendía un olor familiar a cerezas, odiaba las cerezas, la odiaba a ella, odiaba este juego.
La giré bruscamente y le puse la navaja en el cuello. Nuevamente, bien jugado Himi-chan.
Apuñalé al maniquí mientras despegaba la nota de su cara en la que ponía "S".
Sonreí molesto, volvió a jugármela, aunque no por ello ganó este juego.
Una vez liso mi "regalo" salí de su casa, ahora tenia en mi poder 3 pistas y no tenia ni idea de porque le seguía el juego
Quizás por que la odiaba, tanto como a ella. odiaba su juego pero le daré falsas esperanzas para luego... ¿destruirla! Reí mientras caminaba por la calle.
¿Dos? ¿Qué podría significar?
Entonces vi a Shizu-chan junto con Tom-san, estaba extrañamente tranquilo... supongo que no todo es lo que parece.
Definitivamente odio a Himi-chan, volvió a jugármela, ¿que cruel! La caja de sorpresas se volvió a abrir, y ¡de que manera!
Cambie de sentido las pistas, "Sod" me dirigí hacia el restaurante de Simón, encontrándome con Himi-chan quien dibujaba nuevamente, ¿para que se esforzaba si el dibujo no era lo suyo?
Fui hasta ella, donde al verme ni se inmutó, solo siguió trazando líneas incansable.
- ¿Porqué juegas a esto?
- Tengo sed.
Eso me descolocó un poco, pero me hizo reír. ¡Es la manera mas estúpida de cambiar de tema!
Vi como Simón se acercaba y me ponía una botella de soda...
- Te odio- murmuré.
Levanté la botella, descubriendo el papel doblado en el que ponía... ¡sorpresa! una "E" . La miré esperando una respuesta, solo sonrió mientras se encogía de hombros y se ponía en pie. La seguí de cerca y ella seguía sin inmutarse por mi presencia, ¿no me tendría miedo?
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Manipulador VS Manipuladora
RomanceIkebukuro una ciudad tan bella como peligrosa y eso es debido a las famosas bandas de color, los dollars y la dullahan pero, sobre todo, el dúo que juegan casi a diario al perro y al gato, destruyendo así media ciudad cuando se encuentran. Hitomi At...