LIBERTAD

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Todo se supone que tiene un sentido, como toda causa tiene su efecto.

Estaba ahí, viéndote, de pie, en una noche fría de invierno.

Yo, de rodillas, sin a penas poder respirar,

viendo como unas cortinas de pana se colocaban en mi campo de visión,

apagándolo todo y dejándome ciego.

Tú, en cambio, ahí, esperando una respuesta a una pregunta que nunca te atreviste a decir y que acabó con mi alma.

Como si del Big Bang se tratase, se volvió a crear un recuerdo, un sueño perdido, atado a unos pocos globos negros, ajenos a la realidad, flotando, sin miedo a explotar porque son libres, no como yo.

Memorias de un niño rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora