Capítulo 8: Los lazos que nos atan.
Estaba en un festival, por lo que podía ver.
Y era la primera vez que estaba en uno, así como también era la primera vez que salía de casa sin su papá. Bueno, su mamá y su papá insistían en vivir separados y para que ninguno se sintiera solo acordaron quedarse uno cada uno, Adrián se había quedado con mamá y él con su papá. Era justo, suponía. Aunque no le parecía justo a él, ya que estar lejos de su hermano, la persona con quien vino a este mundo, era muy doloroso.
Pero ahora que lo pensaba con calma, quizás solo había sido doloroso para él porque Adrián no había dudado en buscar a alguien con quien sustituir su lugar. Y no es que estaba celoso, bueno si, un poquito. Era normal sentir celos al ver a tu hermano pasársela igual de genial con alguien que no es contigo.
Soltó un bufido y miró el colorido lugar. Tanto era la devoción que sentía su hermano por aquel sujeto llamado Leandro que incluso lo abandonó en el festival.
—Los carnavales apestan... —musitó triste, notando a otras personas jugar con pistolas de agua.
Era lo malo del carnaval. A la gente le gustaba mucho jugar con agua. Y el festival estaba repleto de gente que se tiraban bombas de agua con mucha malicia.
Suspiró tristemente, buscando con la vista a su gemelo y a su madre, porque había que agregar que incluso su madre lo abandonó. O se había perdido. O tal vez el perdido era él y su madre y su hermano gemelo lo buscaban. Con semejante pensamiento comenzó a buscar entre la masa de gente, comprendiendo que no iba a llegar a ningún sitio si no tenía ni idea de dónde estaba.
—Oh, pero si es el petirrojo —dijo alguien.
Aarón se dio la vuelta, viendo a la cara aquel que se había atrevido a llamarlo por ese absurdo sobrenombre. Ladeó la cabeza, buscando en sus recuerdos el rostro que tan familiar se le hacía. El joven de cabello negro se inclinó frente a él para estar a su altura, tenía una sonrisa suave y unos ojos tristes.
—No te acuerdas de mi, ¿verdad? Yo soy Witsy araña.
—¿Witsy araña?—preguntó confuso—. ¿Algo como "Witsy, Witsy araña tejió su telaraña, vino la lluvia y se la llevó"?
—Eso mismo es.
—¿En serio? ¿Tú también tejes telarañas? ¿Qué tipo de telaraña?
—La telaraña de la vida.
Aarón no comprendió su respuesta, se le quedó mirando confundido, intentando darle sentido a esa charla absurda. El joven por el contrario lo estudiaba minuciosamente, contemplando cada rasgo de su rostro, como si buscase algún desperfecto. Aarón se sintió incómodo y quiso salir fuera de su vista. Sin embargo, el joven se atrevió a seguir hablando:
—¿Qué petirrojo eres?
—Mi nombre es Aarón.
—Ya veo. Bueno, niño. ¿Qué te parece si tu y yo buscamos a tu hermano, o quizás a tu mamá? —dijo, y Aarón notó el tono peligroso con el que decía sus nombres—. ¿O tal vez a Leandro?
—Pues... —dudó—. Si, me gustaría encontrarlos...
—Maravilloso —se irguió y Aarón notó lo alto que era. El muchacho lo contempló un rato más y luego le extendió la mano, ofreciéndole su ayuda—. Vamos entonces a por Leandro...
Aarón despertó súbitamente y abrió los ojos de golpe, emanando un sonido de sobresalto. Se dio cuenta de que se había dormido sin querer en la cama de Luis y para entonces ya era más de media noche. Se sentó en el borde de la cama, notando de paso que estaba cubierto de sudor y que el corazón le latía a la altura de la nuez. Odiaba despertar de esa forma. Respiró hondo para intentar tranquilizarse, intentando además arrancarse de la piel la sensación de terror.
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Secretos De Familia. ME PERTENECES (PARTE II)
Любовные романыHan pasado varios meses desde que la relación de Leandro y Adrián se ha estabilizado. Todo marcha bien hasta que ciertos eventos remueven en Leandro sus oscuras memorias, recuerdos sobre los sucesos que condujeron a la muerte de su mejor amiga y qu...