Capítulo 4

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NARRA IZAYA:

- ¿Has besado a la nueva?- Namie con la misma pregunta desde que llegue.

- Eso no te incumbe, ¿acaso estas celosa?

- Te has enamorado- dijo convencida mientras se sentaba en mi escritorio.

-¿ Y que te hace pensar eso?

- Has besado a una chica, eso es suficiente.

Sonreí mientras la cogía de su bata y la acercaba a mi, la bese rápidamente y la deje caer en mi escritorio.

- Ha sido lo mismo y te sigo odiando.

- ¡Bastardo!- detuve su golpe y la hice retirarse mientras gruñia.

Empecé a carcajearme mientras giraba en mi sillón. Paré en seco y mire al techo mientras suspiraba... ¿de verdad ha sido lo mismo?

¡JA! ¿Esto es lo que dicen de las novelas de amor adolescente? Pues que desilusión... y yo que pensaba que seria especial y todo eso, solo saber que es un poco de malestar en el pecho habría desistido en mi curiosidad por ello desde hace mucho.

Izaya Orihara no es quien se interesaba por las mujeres, ¡ni siquiera por un solo humano! Todos venían en conjunto y era algo de suponer que hubieran sorpresas, por ejemplo Shizu-chan y Celty, no era para tanto saber que hay una mujer que resalta por encima de la sociedad.

Suspiré mientras volvía mi mirada al escritorio, "Dos est" ¿que podría significar esto? Empiezo a desesperarme con este juego, ¿porque no puedo detenerlo? Ah, es cierto, ¡porque es demasiado divertido! Lo odio.

¿No seria mas fácil raptar a Himi-chan y torturarla hasta decirme el verdadero motivo por el cual me tiene en constante intriga? Puede.

Tengo hambre... 

Me levanté y fui hasta la ciudad, aún sostengo mi idea de que es mejor verla de noche que de día. Sería casi invierno pero nada mejor que un helado de cerezas... odio las cerezas, saben muy empalagosas y me recuerdan a pelotas de goma asquerosas.

Lo tiré mientras caminaba decidí poner fin a este estúpido juego, pero es irresistible no hacerlo... El estaba desprotegido, de espaldas a mi.

Lance mi navaja a mi querido Shizu-chan, amaba sus expresiones tan... exageradas e innecesarias. 

- ¡Oh! Eso estuvo cerca Shizu-chan,0¿ acaso me quieres matar?

Esquivé la farola y empecé a correr por las calles, amaba jugar con Shizu-chan ¡era un pasatiempo genial! Dejando aparte el punto de que podría matarme, algo imposible pues soy... ¡YO!

Oí una pequeña melodía demasiado estridente para mi gusto, muy... mecánica. Paré en seco mientras observaba a mi pasatiempo hablar.

- Aham... si... cita?... CITA?! ¡Ella esta muerta!

Salio corriendo con la señal, dejándome en soledad encima de la farola aún intacta por sus golpes. Punto principal de porque odio a Himi-chan, ¡es una víbora! Me esta robando a Shizu-chan.

Por mera curiosidad me deje caer cerca de la posición de Himi-chan. Es casi invierno y ella llevando vestido, ¿será zorra? ¿O es que necesita atención? Reí, los humanos tan sentimentales.

Era exraño, había llegado antes que Shizu-chan y Himi-chan se encontraba con un hombre, cogidos de la mano y muy empalagosos. ¡Oh! Eso dolió... como una mota de polvo, es malo engañar a tu pareja, ¿debería darle una lección?...

Gruñi mientras me abalanzaba sobre Himi-chan, la volvi a besar solo por ver ese excesivo sonrojo. Amargo. Como la odio... 

- ¡Aléjate de mi pervertido!

Manipulador VS ManipuladoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora