Capitulo 1: Primogénita en desastre

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Eleanor era una chica completamente exigente con sus gustos, no únicamente hablando de hombres, ella disfrutaba de largas horas frente al espejo maquillándose, tomaba su debido tiempo en vestirse y arreglarse como la princesa que siempre soñó ser. Esto no lo tomaba como una excusa para ser egocéntrica o algo por el estilo, muchas veces en sus perfiles en línea se describía como una persona tímida y sumisa. Ella sabía que no lo era, es más, podría asegurarse de que era la más charlatana de todas las mujeres que había conocido, era atrevida y con muchas intenciones malas (No se dejen llevar por esto, en el fondo, solo aspiraba mucho más grande que nosotros).

La pelicafe tenía muy claras sus metas, sus deseos y ambiciones, entre ellos estaban formar un lindo hogar con un marido que la quisiera. Para ello como primera cosa en la lista de un futuro prometedor de Eleanor existía el encontrar el amor verdadero, aquel hombre que la mirase como nunca antes la habían mirado, que esas horas interminables arreglándose harían frutos y que su príncipe azul llegaría como siempre anhelo. Por el momento, solamente se conformaba con anotarlo en su pequeña libreta y fantasear.

Y es que, ella era muy exigente con el chico que la quisiera, porque le debía querer con el sumo cuidado que pidiese una princesa, lo tenía bastante claro, con todo o nada. Es por ello que declaró que su verdadero amor llegaría a la edad de veinticinco años, ni más ni menos, ahí estaría. Así que por su propio bien, en la espera de ello, a sus diecisiete, descargo la aplicación "Loosung".

"Loosung", como explicar que cojones es esto. Por estos últimos meses ha sido un secreto a voces una aplicación cuya única función es emparejarte con personas cerca de ti quienes están dispuestas a tener sexo. Eleanor quería atención, le encantaba. Es por ello que desde que tenía esto instalado en su teléfono cada día ocupaba faldas más cortas. Ese día no era la excepción, se había asegurado de incluso ponerse las calcetas arriba de su rodilla, Si alguien le llegaba a cuestionaba respecto a su vestimenta ella había decidido fingir demencia.

Por esos días, en su escuela le habían asignado un trabajo en grupo por ser el último año escolar. ¿Algo sobre intervención escolar? Sinceramente, Eleanor no lo acababa de entender bien. Y es que mientras estaban explicando el concepto del proyecto, ella estaba recordando el último encuentro que tuvo anoche gracias a la aplicación. No fue un buen polvo, la mayoría de los hombres con los que la pelicafe estaba eran sosos, solo apretaban un poco sus pezones y se la metían por cinco minutos. Eleanor deseaba más, deseaba que el hombre que la llenará estuviera a la altura de sus expectativas.

Ella entendía, no era la chica más guapa que podían encontrar, incluso con sus horas de maquillaje y preparación, seguía siendo alguien bastante común, no tenía los ojos de colores, su cabello seguía siendo el mismo y no tenía nada en específico que resaltar. A pesar de sus altas exigencias sobre los hombres, Eleanor no se cerraba a nada en el sexo, porque ella en el fondo sabía que era mala, no hacía nada para calentar a nadie, no gemía, se quedaba callada. Tampoco es que fuera su obligación, pensaba, ella no le debía nada a nadie, menos a chicos que duran cinco minutos.

Una vez la maestra había terminado de hablar Eleanor alzó la mirada en busca de algún grupo. No bastaron ni dos segundos para que, los puestos a su frente se vieran ocupados por dos personas; Alexy y Rosalya. Ellos dos no eran más que personas conocidas para la pelicafe, y es por ello que miro confundida al par sentado, quienes tenían una sonrisa dibujada de extremo a extremo.

—Uhm— dudó un segundo por sus palabras— ¿Qué se les puede ofrecer?

— ¡Que no hace falta que seas tan cortés Ely! —Exclamó la chica albina — Teníamos una idea super guay para el proyecto, es una intervención con telas. —Hizo una pausa— y tú, eres una de las pocas en este salón de clases que sospecho que se le da lo de coser.

Apenas había terminado de hablar Rosalya cuando el único hombre del grupo hablo— ¿Te apuntas?

No tenía grupo, no tenía muchos amigos y sin duda esa oportunidad de la vida no se le daba dos veces a la misma persona. —Vale— y terminó con una sonrisa algo tímida, como solía hacer con la gente nueva.

Hubo una platica amena entre estos tres personajes, Alexy fantaseaba con la idea de poder teñirle el cabello a Eleanor, ella seguía las bromas mucho mas confiada que antes. En el fondo, ella sabía que era la primera vez que pudo hablar con tanta tranquilidad y ganas de bromear con personas. No es que no se le diera bien hacer amigos, era muy tímida para conseguir dar el primer paso. Rosalya era muy parecida a ella, le gustaba meterse en las narices de los demás y preguntar absolutamente cada detalle, los tres llegaron a pensar que se volverían definitivamente un grupo muy estable. Y es que ella no entendía como no los había considerado mucho antes para poder hablarles, gente muy desapercibida que solamente le entregaban la buena vibra que debía tener en su vida.

—¡Castiel, consideralo esto como una advertencia! Llegas tarde a mi clase una vez más en lo que resta del año y me asegurare de que no pases de año.

De pronto, en el salón de clases se escuchó un silencio sepulcral junto con el regaño de la maestra al alumno problema. Rosalya secretió un poco sobre la mala vida que se daba el pelirojo, unas tres advertencias de no acercarse a el y de los peligros del alcohol y las drogas. Como si todo fuera absolutamente conveniente, la maestra se acercó al grupo.

—Chicos, no se nada de lo que estáis planeando sobre su proyecto, pero son los únicos que no completan los 5 integrantes, así que les encargo que se unan a Castiel.

El peliazul miro con los ojos bien abiertos a las dos chicas junto a el, hicieron con su cabeza una pequeña señal de aprobación y su profesora se marchó dejándolos con el niño problema en el grupo.

—Espero coser se te deba dar bien, porque tu en este grupo vas a trabajar como nunca lo has hecho en tu jodida vida—Advirtió Rosalya.

Castiel no dejo rastro de expresión en su rostro, podría haber sospechado que no era la primera vez que trataba con ella, o que había sido tratado así. Se sentó en silencio junto con los demás y comenzó a leer las bases del proyecto.

Mientras tanto, Eleanor miro incrédula la notificación que iluminó su pantalla de celular:

L o o s u n g :

"Castiel900 está cerca de ti"

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¿Que tal les pareció? ¿Quieren que lo continúe?;;

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⏰ Última actualización: Feb 18, 2020 ⏰

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