1

37 1 0
                                    

Me encontraba manejando hacia "Libros Colden" , mi trabajo. Era lunes por la mañana, especialmente me dedicaba a ser editora, siempre me gustaron los libros y personalmente creo que es el trabajo ideal para mi. Lo mejor era que se encontraba a unos dos kilómetros de mi residencia. Llevaba trabajando tres años ahí, era como mi hogar.

Estacione el auto y baje de el, caminando con mi bolso en el brazo, subi al asensor apretando el piso veintiuno, espere con paciencia a que las puertas se abrieran, llege a mi destino y baje del aparato caminado a mi oficina. Deje mi saco negro en el asiento junto a mi bolso mientras encendía el notebook.

*Sonido del teléfono*

Recibí una llamada he inmediatamente atendí

-Hola, señorita Mollins, el jefe la solicita en su oficina - hablo la secretaria de mi jefe.

-Gracias Olivia, dile que iré en unos... - mire el reloj en mi muñeca - diez minutos - colge la llamada volviendo a seguir mi reseña. Unos minutos después tocaron a mi puerta, por un momento me asusté creyendo que era Connor - ¡el jefe! - pero era Hayley mi mejor amiga y compañera de trabajo, ella ha estado aquí más tiempo que yo pero nuestra amistad se construyó al pasar los años, era una chica morena de unos veinticinco años.

-Hola Renee, venía a buscar el manuscrito - sonrió mi amiga con su café en mano y unas hojas en el otro lado. (El nombre de la protagonista se pronuncia Riney).

-A cierto, aquí esta, ya lo termine - abrí el cajón del escritorio sacando los papeles - toma - ellas los sostuvo y tomo de su café.

-¿Que ocurre?, te noto cansada, ayer te llame pero no respondiste - ella fruncio el ceño.

-Estuve ocupada.

-¿Ocupada? - ella sonrió levantando las cejas repetidamente - ¿es lo que creo? - Soltó un risita

- No de esa forma, sólo ocupada ordenando... tu sabes - la mire levantado los hombros - bien debo ir a la oficina Connor, y creo que voy atrasada - Me levanté de mi asiento.

-Si vamos, igual debo terminar esto - apuntó el manuscrito que le pase hace unos minutos. Caminamos hacia la oficina de Connor. Hayley se despidió y se dirigió a la suya, mientras yo entraba a la de mi jefe. Debo admitir que él me daba un poco de miedo, era un hombre de unos cuarenta años con experiencia.

Al entrar a su despacho, él se encontraba de pie al lado de su escritorio, me sonrió.

-Renee ven toma asiento - Me acomode en uno de los asientos al frente de su escritorio mientras él tomaba asiento del otro lado.

-Señorita Mollins, la solicite sólo para informarle que su pedido ya está en procedimiento, ayer mismo entrevisté a un chico, y su currículum está increíble, es un buen trabajador y tiene éxito en asistencia y notas en la universidad, también es escritor, pero él pidio el puesto de asistente, así que estará trabajando aquí en dos días. Ten, es una fotografía de él, para que lo examines si es de tu agrado físicamente - Miré la imagen, era un chico atractivo y con buena apariencia. Me agradaba, aunque a la vez me asustaba, parecía que lo había visto anteriormente

-Muchas gracias - Le devolví la fotografía - me servirá muy útil, ya estaba muerta con tanto trabajo yo sola, y lo peor es que todo se me olvidaba. De verdad se lo agradezco mucho - Dije sonriendo

-De nada Renee, eres una excelente trabajadora y creo que el chico puede hacer milagros. Si es bueno, creo que lo asendere.

-Esta bien, como quiera. Ahora debo seguir trabajando, hasta luego - sali de la habitación y camine en dirección de la mia para poder seguir trabajando.

Todos estos años gracias a mi esfuerzo he podido mantenerme.

Deje mi hogar a los diezisiete, comencé a trabajar desde ese momento.

Visitó a mis padres cada domingo, es una tradición, esos días son especiales desde aquel domingo cuatro de julio de 2003, ese día fue un milagro para ellos... Para nosotros.

Después de otro largo y agotador día de trabajo. Al fin lleva a casa. Deje las llaves al costado del mueble al lado de la puerta y camine a la cocina, tome un vaso de agua.

Me encontraba cansada y nesesitava dormir un poco, así que camine hacia mi habitación bostezando de sueño, resfrege mis ojos y abrí la puerta, cerrandola después de entrar, me despoje de mi ropa cambiandome a mi pijama y metiéndome entre las cobijas de mi cama.

Me encontra aquí. Denuevo en este horrible lugar oscuro y siniestro, sintiendome amenazada por el individuo en frente de mi. Aquí todo siempre está oscuro. Escuchaba como susurraba que nunca escaparia de aquí . He estado aquí por días, se que ellos me encontraran, pero nunca susedio. Las esperanzas nunca se fueron, sólo se extinguieron escapandose de mi cabeza, tengo miedo, siempre lo he tenido, malos recuerdos invaden mi mente y el hombre ya se ha ido, dejándome sola pero con seguridad. De pronto todo se volvió negro,abrí mis ojos, todo estaba muy borroso, corriendo por el bosque, algo me perseguía, sentía que volvería a caer en sus brazos sin poder sacarme de ellos, al mirar hacia atrás ya no había nada, pero sin darme cuenta cai hundiendome más y más.

-¡Quiero salir! - Grite, mirando mis manos. Un espejo se encontraba frente a mi. Mis ojos llenos de lágrimas de sangre, pero con algo de fe en ellos.

-Nunca saldrás mientras yo siga enamorado de ti - aquella voz me susurró a mis espaldas asustandome por completo, era él...

-¡Aah! - Grite sobresaltada con lágrimas en los ojos - No puede ser, otra vez...

Me estire a la pequeña mesita a un lado de mi cama tomando mi celular desesperada mirando la hora.

-cuatro y media AM, ¡joder!.

Al ver la hora me pispuse a quedarme despierta un momento más, pues no queria volver a presenciar la misma pesadilla de toda mi vida.

(...)

Me había terminado de bañar y cambiarme la ropa para ir a trabajar. Tome mi cabello en una coleta alta y baje a tomar mi café de todas las mañanas. Saque una manzana y la mordi saliendo de casa con mi bolso en mano. Al entrar al auto dejé mi bolso en el asiento del copiloto, encendí la musica y me relaje intentando de no pensar en nada.

Al llegar a la empresa, salude a los empleados mientras caminaba a mi despacho y comenzaba con mi horario de trabajo. Eran las ocho de la mañana recién y comencé a escribier unos papeleos que tenía pendiente.

(...)

Estoy cansada, no había parado de escribir en todo el día. Hayley me había invitado a almorzar y le dije que no, tenía demasiado trabajo pendiente. Revise el reloj en mi muñeca una vez más, eran las cinco de la tarde y aún no completaba la jornada de trabajo. En eso sonó el parlante de mi oficina - trabajadores les habla su jefe Connor, les queria informar que hoy su horario de trabajo concluye a las cinco y media de la tarde, ese es el comunicado, que tengan una buena tarde -

-Si genial sólo faltaba media hora para salir - sonreí y Hayley entró por la puerta.

-¿Escuchaste? Salimos en media hora, te invito a un bar, y no puedes decir que no.

-Pero Hayley tengo mucho trabajo que hacer, mejor otro día ¿Si?.

-Te acabó de decir que no puedes negarte, te iré a buscar a las siete, mejor te abrigas que el invierno en Londres no es muy saludable. - ella salió de la habitación dándome una mirada de '¡ja!, te gane'. Yo sólo bufe y rodé los ojos continuando mi trabajo.

Dark Past. |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora