Bad Stepbrother || Ziam

Capítulo 3

Zayn no podía creerlo, ¿en serio su madre lo estaba condicionando a beneficio de ese mocoso? Además de tener que aceptar que esos dos vivieran en su casa, ¿su madre esperaba que convivieran a ese grado? Definitivamente no podía llevar a Liam a la fiesta, el chico no tenía presencia. Era un asco.
Tenía tanto que decir, pero al ser inapropiado y/o grosero, se lo guardó.

—¿Entonces? —dijo Trisha en vista de que su hijo no iba a hablar—. ¿Vas a ir a esa fiesta con Liam, o no vas?

Lo pensó unos segundos, esto debía ser una maldita broma. Quería gritar que por supuesto no lo haría, e irse a su habitación, pero no podía, ya le había confirmado a Gigi y no se perdería de una noche de fiesta y sexo solo por ese nido de ratas andante.
—... Agh, está bien —aceptó—. Pero ni pienses que yo haré de niñera toda la maldita noche —advirtió molesto.

Una pequeña sonrisa se curvó en los labios de su madre.
—No es necesario, él ya es mayor de edad —dijo dirigiendo su mirada hacia el asustado castaño—, ¿verdad, cielo? —Liam asintió sin saber qué más hacer. Él no quería ir a una fiesta, no encajaba en esos lugares y no quería molestar a Zayn—. Solo te pido que lo incluyas y lo presentes. Ayúdalo a que haga amigos —añadió.

—Yo no pienso presentarle a mis amigos. Ya estoy haciendo mucho en llevarlo a una fiesta, que él haga lo demás —dijo entre dientes, en verdad necesitaba gritar, pero levantarle la voz a su madre no ayudaría si queria obtener su permiso para salir.

Su sonrisa se esfumó y llevó ambas manos a su cintura retándolo con la mirada.
—Hazlo —le ordenó, y antes de que Malik objetara, agregó—: o si no, despídete de tu auto.

Los ojos de Liam se abrieron un poco más, quería interferir pero no se sentía con el derecho de hacerlo apesar de estar involucrado en la discusión. Él no quería ganarse más odio por parte de su nuevo hermano mayor, pero tampoco quería contradecir a su nueva mamá. Él esperó años por una, y ahora que la tenía, no quería ser un mal hijo.

—¡Mamá! —se quejó Zayn—. ¿Por qué te empeñas en querer arruinar mi vida? —cuestionó genuinamente dolido y molesto. «Tranquilo, no dejes que te gane. Irás a la fiesta y te divertirás, así tengas que llevar al ratón», le dijo el subconsciente.
Tragó saliva y respiró profundamente para recuperar la compostura—. Está bien —aceptó nuevamente, ahora serio—. Pero no es mi responsabilidad si nadie quiera ser su amigo, yo solo cumpliré con mi parte al llevarlo —dijo. Dirigió su vista hacia el rizado, quien tembló ante su vista asesina, y le dijo—: Te doy quince minutos para que estés listo. —Sin esperar respuesta se dirigió a su habitación con la mochila aún en su hombro.
Tenía que bañarse y arreglarse para la fiesta, la noche prometía mucho y no se la arruinarían.

Trisha sonrió victoriosa y se acercó a Liam.
—Ya verás que lo vas a pasar muy bien —dijo revolviendole –más– el cabello—. Anda, ve a tomar una ducha y ponte guapo —le pellizcó una mejilla y salió de la cocina con Geoff.

—¿Por qué? —cuestionó Liam angustiado mirando hacia arriba, como si de verdad esperara una respuesta por parte de algún Dios.
Suspiró resignándose, ya que no podía hacer más, y se apresuró a ir hacia arriba para arreglarse. Ya de por sí su hermanastro estaba molesto por tener que llevarlo, no iba a darle una razón más –como un retraso de tiempo– para odiarlo otro tanto.

[...]

Ya ambos estaban en el automóvil de camino a casa de Gigi, y desde que salieron de casa no habían cruzado palabra o mirada alguna. Era un silencio tan incómodo y profundo que Liam incluso tenía miedo de pasar saliva por pena a que esto se oyera como el más alto ruido del mundo.

Malik portaba unos jeans ligeramente ajustados, una camisa manga corta, una chaqueta de cuero y unas botas, todo esto en color negro.
Mientras que Liam, al no querer verse tan "formal" como siempre, con sus cosas de vestir, se puso un pans negro y una sudadera –enorme para él, pues le servía para disimular esos kilitos de más que le acomplejaban– en color rosa palo, y unos tenis blancos.