"Notas Sobre El Papel" [Ray X Lectora] The Promised Neverland AU

II

❝Tú eres la casualidad más bonita que ha llegado a mi vida.
—Anónimo❞

El día se encontraba soleado, sin embargo, el cansancio de una larga desvelada cobraba las energías de quien lo llamaba, en este caso seria _____, que ya siendo las 9 de la mañana seguía tendida en su cama.

La cortina oscura no dejaba paso a los rayos de sol, por lo cual, en la habitación se formaba una burbuja de tiempo, sin hora y si noción del tiempo en sí, era aun más difícil despegarse de las sábanas.

Finalmente, después de revolcarse por cada rincón de la cama de colores monocromático, se levanta con pesades, colocandose sus pantuflas baja al primer piso de su hogar, va directo a la cocina para prepararse un desayuno a lo que ella llama como "decente".

Un tazón con leche y cereales.

La chica se sienta en la sala, trayendo consigo su desayuno, prende la televisión con la mano libre que le queda. Así pasa una gran mañana en la vida de una chica latinoamericana, si señor.

(...)

—Emma, te lo repetiré por última vez, no ire con ustedes hoy, no importa lo que digas.

La voz de la de orbes esmeraldas no dejaba de chillar del otro lado de la línea, te estabas desesperando con la insistencia de aquella chica, su persistencia simplemente no tenia límites.

—Tengo cosas mas importantes que hacer... Si, luego te lo compensaré... ¿Tus dulces favoritos?... Bien, nos vemos.

Tiraste el celular lejos de ti, probablemente halla aterrizado en algún lugar del sofá, pero ello no era seguro.

Te encaminaste aun con tu pijama puesto a uno de los cajones de la alacena, pero no había nada, ningún tipo de alimento se encontraba allí, donde supuestamente eran tus reservas de comida en caso de emergencias.

—Diablos... Me excedí la última vez que no había nada en el refrigerador...

Sin opciones que elegir, decidiste ir a la tienda más cercana, la cual se encontraba a una cuadra, a comprar lo necesario para vivir hasta la noche, de paso comprarías los dulces que le debes a Emma.

Saliste tal cual estabas desde que despertaste, en fachas, como tu lo llamabas.

Después de un rato de caminar finalmente llegaste a la tienda, entraste con pantuflas puestas y recorriste a paso lento las diferentes secciones de productos que habían.

Tomaste una canasta y allí colocaste cosas como: frituras, galletas, chocolates, unos caramelos multicolor, los cuales eran los favoritos de Emma, entre otras cosas.

Estabas por ir a la caja para pagar por todo, hasta que recuerdas que te olvidabas de algo sumamente importante.

—¡Cómo pude olvidarme de las tortillas!

A paso rápido regresaste por lo "más importante" según tú.

Recordaste haber visto unos empaques junto con el aceite para cocina, en el pasillo 5, caminaste rápidamente hacia donde se suponía que estarían las tortillas, no querías pasar lo mismo que hace unos años atrás, en los cuales todavía vivías en tu pueblo natal, allí fue donde te pelearte con una anciana por un paquete de tortillas, era el último empaque, así que no hubo de otra que jugar con fuego.

Al doblar la esquina, visualizaste en uno de los estantes las tortillas, sonreíste aliviada ante ello, no había nadie en el pasillo así que no habría problemas en tomar el producto.