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Estoy en la casa de Verónica, con Fangs, hay algunos personas de seguridad, pero nada que no pueda manejar.

— Voy a entrar, Buena suerte — Me dice Fangs antes de pasar.

Veo como saluda al vigilante que cordialmente le pide que se retire, y luego lo veo correr dentro de la casa seguido de cuatro hombres que buscan alcanzarlo. Entro corriendo y subo la escalera, lanzó las llaves del auto desde el segundo piso y sigo derecho, ya escondido adentro escuchó el seguro del carro. Fangs ya está afuera.

Empiezo a buscar la puerta principal y luego tocó el timbre. Una señora que debe ser la madre de Verónica me abre la puerta.

— Tienen visitas — Dice y luego cierra la puerta de nuevo.

La siguiente en abrir la puerta es Verónica.

— Oh... Eres tú. Tardaste menos de lo esperado.

—¿Aquí está Betty?

— Si, pero no puedes hablar con ella.

— Por favor Verónica.

— No se que paso entre ustedes. Ella no quiere hablar de eso, Ni contigo,asi que por favor no la búsques.

— No puedo dejar las cosas así.

— Ella te verá en la boda.

— Faltan tres días.

— Creo que puedes sobrevivir — Me dice y cierra la puerta.

Vuelvo a tocar pero esta  vez nadie atiende. Me recuesto en la pared y espero unos minutos antes de volver a tocar.

Los minutos pasa si me que nadie atienda, un señor entra por el pasillo y me hace una señal para que me acerque a él. Vuelvo a tocar el timbre con insistencia pero nadie responde. Salgo de ahí acompañado por el señor. Esto no salió para nada según lo planeado.

Llamo a Betty de nuevo pero no me responde, decido llamar a su mamá. Tampoco me responde. Debo volver a casa.

Salgo desganado hacia el lado sur. Nos vemos en la boda. ¿Que quiso decir con eso? ¿Acaso me va a rechazar en la boda? ¿Que pasa si no llega? ¿O si llega pero no para casarse conmigo?Tal vez se arrepintió y ya no me quiere dar una oportunidad. Tal vez ya se dio cuenta que soy un idiota que no la merece.

— Ahí estás — Saluda mi mamá alegre.

— Tuve algo que hacer— Le respondo.

— Ay Jug, ¿Que es esa cara?

— Nada, estoy bien.

— Puedes contarme cualquier cosa.

— No es nada, en serio. ¿Irán a ver a los Cooper hoy?

— No, están fuera de la ciudad.

Grandioso.

— Voy adentro. — Le digo.

Me acuesto en el sofá y miro la pantalla de mi celular esperando que al menos ella les mis mensajes. Tres días. Solo son tres días. ¿Por qué derrepente parece que el tiempo pasa más lento de lo normal?

No me puedo quedar todo el tiempo acá sentado, si quiero recuperar la confianza de Betty debo hacer algo. No sé cómo voy a recuperarla sin siquiera hablarle. Pero no es imposible. Debe haber una firma y lo voy a descubrir.

Mi teléfono vibra y yo lo levanto, me sorprende ver su nombre en la pantalla. Rápidamente entro a nuestro chat pero ya es demasiado tarde. De nuevo me bloqueó.

Por favor no vayas de vuelta a mi casa, nadie te abrirá la puerta y espantada a los vecinos.

¿Eso es lo único que tiene que decirme?
Esto es muy frustrante.

— Parade que alguien acaba de tener el mejor día de su vida — Se burla JB.

— Hoy no estoy para bromas — Le digo y bloqueo la pantalla aunque ya es tarde.

— Ouch, parece que tú comprometida ya te odia.

— ¡No me odia!— Alego

— Entonces ¿Porque te bloqueo?

— No es tu problema.

—¿Por qué se enojó?

— No te metas — Le digo

— Claro que me meto.

— Eres imposible.

Me levanto del sofá y me voy. No sé a dónde. Pero la única persona que quiero ver me odia. Así que no importa a donde vaya. El único lugar al que quiero ir es también el único en el que no soy bienvenido.

Iré a comer algo.

Obligados Al Amor(Actualizando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora